Los Panamá Papers están en boca de todos otra vez. Millones de documentos más han surgido a la luz, poniendo de manifiesto los desesperados e infructuosos intentos del bufete panameño por poner la casa en orden tras la revelación de la primera tanda de materiales divulgados por la prensa.
Según el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), los documentos muestran que Mossack Fonseca (MF) no disponía de información suficiente sobre quiénes eran los clientes a los que proveía empresas fantasma en paraísos fiscales a través de otros estudios intermediarios en varios países.
Estos mensajes de correo electrónico, copias de documentos de identidad, cartas y demás elementos han tocado de cerca a dos personalidades de Argentina: al mismo presidente, Mauricio Macri; y al astro del Barcelona FC, Lionel Messi.
Mauricio Macri, ¿más vinculado a los Panamá Papers?
En medio de las polémicas por el rumbo económico de Argentina —a la luz del préstamo de 50.000 millones de dólares al FMI y las duras condiciones a las que se comprometió el país con la desaprobación de amplios sectores de la sociedad— el presidente Mauricio Macri se gana un nuevo dolor de cabeza proveniente de Panamá.
Fleg Trading, empresa propiedad de miembros de la familia Macri y gestionada a través de MF, ha vuelto al ojo de la tormenta, debido a las sospechas de vinculación directa del presidente Macri. Cuando figuró en 2016 su nombre, el inquilino de la Casa Rosada confirmó que circunstancialmente fue director, pero que nunca poseyó el capital accionario.
Según La Nación, en la apertura de la sociedad, en 1998, figuraban como directores Franco Macri, padre del presidente y comprador de Fleg, y sus hijos Mauricio y Mariano. MF, sin embargo, nunca dispuso de la información de quiénes eran los accionistas. Por eso, y ante la presión de la Justicia —el mismo Mauricio Macri inició un proceso judicial para desvincularse—, el estudio panameño intentó poner en orden la información disponible.
Incluso barajó recurrir a prácticas poco ortodoxas para alinear sus papeles con la versión del presidente. Los mails internos revelan una tramoya entre la filial central en Panamá y la sucursal en Uruguay de MF para fechar de manera irregular documentos de Fleg Trading.
La finalidad de esta irregularidad es justificar el presunto desconocimiento de la participación del clan argentino en las sociedades creadas por el estudio. A medida que desde los juzgados se requería información, consideraron en 2016 crear una carta fechada en 1998 para que la información coincidiera con lo declarado por la familia Macri.
El contador intermediario de los Macri en Uruguay, Santiago Lussich, se negó a realizarlo, por considerarlo una estratagema muy arriesgada, y no respondió a las presiones de Mossack Fonseca para proveer la información.
“Lo que no sabe el cliente [Lussich], y no quiere jugarse, es el alcance que pueda llegar a tener esto, ya que recuerda que está el presidente de la Argentina y su familia involucrada. Por esto es que le incomoda fecharlo con la fecha de compra [1998] por si a futuro piden la carta y le hacen un examen caligráfico”, constata un mensaje de MF Uruguay a la central en Panamá.
Por otra parte, se reveló la titularidad de dos hermanos del mandatario —Gianfranco y Mariano— en BF Corporation, una sociedad panameña a través de la cual se realizaron en octubre de 2015 transferencias de una cuenta en Alemania a otra en Suiza, que levantaron la sospecha de las autoridades del primer país —que no disponían de información sobre los titulares— y una investigación en Argentina.
Para ese momento, abunda el periódico argentino, Mossack Fonseca se había “despegado de la suerte” de BF Corporation, al conminar a un estudio uruguayo —intermediario que participó en la creación de la empresa— a informar sobre su titularidad. Sin esos datos, las acciones de la empresa quedarían invalidadas.
A los pocos meses, en medio del escándalo de los Panamá Papers, Gianfranco Macri declaró 64 millones de dólares de BF ante las autoridades tributarias de Argentina. Esto se dio en el ‘sinceramiento fiscal’ promovido por la actual administración argentina, algo confirmado por el grupo Socma (el conglomerado empresarial de la familia del presidente), según el diario La Nación.
Tarjeta amarilla para Messi
Lionel Messi está de nuevo en los titulares de la prensa. No por el penal que erró ante Islandia en el debut de Argentina en Rusia 2018 y que alejó a los ‘albicelestes’ de su tan ansiado triunfo, ni por la derrota humillante ante Croacia, sino por una sociedad ‘offshore’ creada para su familia por Mossack Fonseca.
‘Mega Star’, de acuerdo con el periódico español El Confidencial, fue abierta por Messi y su padre en 2013, el día siguiente a la denuncia presentada por la Hacienda española por la evasión de 4 millones de euros de los ejercicios fiscales 2006, 2007, 2008 y 2009 en la declaración de impuestos a la renta sobre sus derechos de imagen, cedidos a sociedades de ultramar.
En julio de 2016, el astro del Barcelona fue condenado por la Justicia española a 21 meses de prisión en suspenso y multado con 2,2 millones de dólares por tres delitos de evasión, sentencia reafirmada también al año siguiente.
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Según el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación existen nuevas evidencias que presuntamente demuestran cómo la familia Messi siguió utilizando la sociedad en el paraíso fiscal centroamericano, a pesar de haber afirmado en abril de 2016 que se encontraba “totalmente desactivada”.
Dos meses después de tales declaraciones, un mail interno de Mossack Fonseca confirmaba que “el cliente está usando la compañía”.
Los nuevos documentos muestran cómo la empresa creada en 2013 contaba con algunos testaferros, empleados de Mossack Fonseca, que oficiaban de fachada para no revelar la identidad de los propietarios. Éstos, a su vez, prometían indemnizarlos en caso de cualquier acción legal en Panamá, algo que según El Confidencial es “casi imposible” debido a las laxas regulaciones para evitar el blanqueo.
En 2015, luego de la denuncia de Hacienda, una cambio en la legislación obligó a las sociedades opacas a cambiar sus “acciones al portador” en “acciones nominativas”. Esta modificación de carácter “cosmético” contra el lavado de capitales fue aprovechado por los Messi para transferir todas las acciones al padre del futbolista “sólo después de garantizarse que el célebre apellido seguiría sin aparecer en el Registro Mercantil panameño”, según El Confidencial.
Ante los escándalos, en mayo de 2016, Mossack Fonseca renunció a los testaferros y se desvinculó de la sociedad, algo que le recriminó el estudio uruguayo Abreu, Abreu y Ferrés, a través de la cual los Messi abrieron Mega Star. El astro y su padre se manifestaron “confundidos e irritados por enterarse a través de la prensa de acciones unilaterales” emprendidas por el bufete.
Ninguno de los Messi han comentado estos datos. Sergio Juan Abreu, responsable del estudio Abreu, Abreu & Ferrés, indicó que “desconoce absolutamente” todos los hechos”.