La tensión entre Irán y las potencias occidentes continúa escalando peligrosamente. Ahora el choque es con el Reino Unido, que interceptó el petrolero iraní “Grace 1” frente a las costas de Gibraltar cuando transportaba crudo hacia Siria. El gobierno de la República Islámica no sólo reclamó la “liberación inmediata” del buque, sino que además amenazó con capturar un barco de bandera británica en represalia.

La nave en disputa, de 330 metros de eslora, fue detenida el jueves pasado por la policía y agentes de aduana de Gibraltar, cuando se encontraba a cuatro km de este Peñón en la península ibérica, bajo dominio británico aunque reclamado por España. Las fuerzas de Gibraltar fueron asistidas por un destacamento de los Royal Marines británicos.

Fabian Picardo, jefe de gobierno de Gibraltar, justificó la detención argumentando que el buque violaba las sanciones aplicadas al régimen del sirio Bashar al Assad. “Tenemos razones para creer que ‘Grace 1’ llevaba su carga de petróleo crudo a la refinería de Banias en Siria”, propiedad “de una entidad sujeta a las sanciones de la Unión Europea contra Siria”, afirmó.