El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este jueves una inédita liberación de un millón de barriles de crudo por día de sus reservas estratégicas durante seis meses en un intento por contener la inflación. Es el mayor desprendimiento de crudo diario de la historia de este país, en un año electoral y cuando el aumento de precios está minando su popularidad.

“Autorizo la liberación de un millón de barriles por día durante los próximos seis meses, más de 180 millones de barriles, de la Reserva Estratégica de Petróleo”, anunció Biden desde la Casa Blanca.

“Este es un puente en tiempos de guerra para aumentar el suministro de petróleo hasta que la producción aumente más adelante este año”, agregó.

La noticia impactó rápidamente en los mercados ya que los precios del petróleo comenzaron a bajar.

“La magnitud de esta liberación no tiene precedentes: nunca en el mundo se vertieron (al mercado) reservas a un ritmo de un millón de barriles por día durante tanto tiempo. Esta liberación récord aportará una histórica cantidad para servir de puente hasta fin de año, cuando aumente la producción doméstica aumenta”, explicó la Casa Blanca en un comunicado.El drama de las mascotas en la guerra de Ucrania: los perros y gatos…

Los precios

Como parte de las sanciones impuestas a Rusia por la guerra en Ucrania, Biden prohibió a principios de mes la importación de petróleo y otras fuentes de energía de Moscú, y admitió que esa medida podría traducirse en precios más altos para el combustible de los estadounidenses.

Esto se ve ya en los surtidores y el impacto en el bolsillo de los ciudadanos es fuerte: el galón ha llegado hasta 7 dólares en algunos lugares del Estados Unidos. Pero, además, el precio de los combustibles contribuye a que se dispare la inflación, que acumula más de 7,2%, un índice que no se veía desde hace 40 años este país.Zelenski ve “señales positivas” en las negociaciones pero espera…

Lo afirmó a través de un mensaje por Telegram. Antes, Putin reconoció que hay “avances” en las conversaciones.

Este contexto es muy complicado para Biden en un año electoral. En las elecciones legislativas de noviembre los demócratas corren el riesgo de perder el Senado e incluso la Cámara de Representantes. Según las encuestas, la inflación es una de las preocupaciones mas urgentes de los estadounidenses.

Biden además afronta un descenso de popularidad, con un índice de desaprobación de 53,3%, según promedio de encuestas de RealClearPolitics, y un 65% de los estadounidenses que manifiestan que el país va en la dirección correcta. A pesar de su liderazgo internacional en tiempos de guerra, su imagen en cuestiones económicas cae.

Así, Biden tomó una fuerte decisión sobre el petróleo. La administración ha aprovechado dos veces la Reserva Estratégica de Petróleo en los últimos meses como parte de un esfuerzo coordinado con otros países. Estados Unidos liberó inicialmente 50 millones de barriles de petróleo de la reserva en noviembre, y luego otros 30 millones de barriles en marzo.

Aunque los lanzamientos proporcionaron cierto alivio, no redujeron drásticamente los precios. Ahora apuesta por mas.

Los analistas de energía creen que Biden tiene pocas opciones para bajar rápidamente los precios, dadas las complejidades de la oferta y la demanda de la industria. Incluso algunos demócratas en el Congreso que enfrentan una difícil reelección han presionado por una legislación para suspender el impuesto federal a la gasolina, pero algunos plantean dudas de si es una forma efectiva de bajar los precios.

Biden debe moverse en un delicado equilibrio. Si bien las encuestas han mostrado una preocupación por el aumento de los precios del combustible, algunas de las opciones para obtener acceso a suministros adicionales de petróleo podrían ir en contra de las prioridades de grupos liberales.

Muchos progresistas no quieren que una medida sobre los precios de la nafta se produzca a expensas de la agenda climática.

El gobierno de Biden también enojó a muchos miembros de su propio partido cuando tres altos funcionarios estadounidenses volaron a Caracas el 5 de marzo y se reunieron con funcionarios venezolanos.

Los informes de que Estados Unidos estaba discutiendo la importación de petróleo venezolano provocaron una reacción política en Washington y también en Florida, donde los venezolanos exiliados tienen vínculos con la poderosa y conservadora comunidad cubanoamericana de Miami.

El senador demócrata Robert Menéndez presidente del Comité de Relaciones Exteriores, dijo que se opondría firmemente a cualquier acción que ponga en riesgo las aspiraciones democráticas de los venezolanos por “unos pocos miles de barriles de petróleo”.