Los llamados “narcosobrinos” del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, han sido condenados a 18 años de cárcel. Un tribunal de Nueva York les ha declarado culpables de conspirar para importar 800 kilos de cocaína a Estados Unidos.

Durante el proceso, la Fiscalía aseguró que Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas pretendían obtener la cocaína de las FARC colombianas a través de un intermediario y utilizar el hangar presidencial en el aeropuerto Simón Bolívar de Venezuela para sacar la droga en dirección a Estados Unidos.

La defensa trató, por su parte, de desacreditar a los principales testigos, dos informantes de la DEA, actualmente en prisión por narcotráfico.

Los dos condenados, primos entre sí y sobrinos de la primera dama venezolana, Cilia Flores, fueron detenidos en Haití en 2015 y desde entonces estaban presos en Nueva York. En opinión de Nicolás Maduro esta causa ha sido creada por los imperialista para atacar a su esposa.

A las puertas del tribunal estaban esperando varios venezolanos en el exilio, que han criticado la sentencia al considerarla demasiado clemente. “Esto ha llevado al país a la destrucción, lo ha convertido en un narco-Estado”, dijo a la agencia EFE Gloria Requena, que vive en Nueva York desde hace 16 años.