Una apabullante actuación de Lady Gaga y Bradley Cooper defendiendo la canción “Shallow” de “A Star is Born” y un reivindicativo y exultante Spike Lee fueron los momentos más sobresalientes de unos Óscar ágiles y sin presentador, con escasos instantes memorables y con mucha presencia hispana.
Aspiraban a protagonizar uno de los momentos más brillantes de los Óscar y no decepcionaron. Lady Gaga y Bradley Cooper bordaron “Shallow”, que posteriormente ganaría el Óscar a la mejor canción original, con una emotividad y una intensidad extraordinarias en una actuación de diez que, además, se benefició de una puesta en escena ideal y muy íntima.
Ya se puede hablar en español en los Óscar”, resumió el mexicano Diego Luna. Y es que en paralelo al fenómeno de “Roma” el español tuvo un gran protagonismo en el Teatro Dolby de Los Ángeles de la mano de José Andrés o Javier Bardem, quien dijo que la cinta de Cuarón muestra que “el cine incluye, no excluye” por orientación sexual, idioma o lugar de origen.