Se sabe con certeza que las personas con opiniones fuertes y personalidades poderosas a menudo pueden considerarse erróneamente como arrogantes y dominantes. Tristemente, solo pueden ser malinterpretados por seres inseguros y de mente pequeña. Algunos de ellos lo percibirán como grosero. Otros pensarán en ti como una persona dominante. Sin embargo, todas estas opiniones son infligidas por su gran autoconfianza que las deja intimidadas por sus fuertes rasgos. Las personas se sienten amenazadas por una personalidad poderosa porque no entienden cómo alguien puede sentirse tan cómodo consigo mismo sin tener cuidado en el mundo de lo que podría pensar de ellos.

Aquí hay 8 rasgos de personalidad de poder que pueden asustar a algunas personas:

1. No necesitas atención Las personas con este tipo de personalidad son conocidas por ser las personas más discretas que jamás conocerás.

No tienen el tiempo ni la energía para desperdiciar actos de búsqueda de atención sin sentido. Ellos irradian autoconfianza y determinación. La vida les enseñó a mantenerse firmes, así que no esperes que pidan un poco de atención. Sin embargo, a pesar de su falta de necesidad, su carisma a menudo atrae a mucha gente y la cantidad de socialización no es porque lo hayan pedido, sino porque a la gente le gusta tenerlos cerca.

2. No le preocupa complacer a todos

Las personas fuertes no sentirán la necesidad de impresionar constantemente a los demás; por el contrario, trabajarán en su verdadera personalidad, sin importar cuán inadecuada sea para alguien. Sí, nunca dejarás de tratar a los demás con respeto, pero eso no significa respetar a alguien subestimándote a ti mismo. Las personas con personalidades poderosas siempre revelarán sus verdaderos colores, y si alguien se siente intimidado y no puede aceptarlo, entonces que así sea.

3. No aguantas las excusas Las personas fuertes nunca perderán su valioso tiempo tolerando excusas. Saldrán de su zona de confort y elegirán sacar lo mejor de ella.

4. Odias la pequeña charla Hablaré desde mi punto de vista personal.

Quiero decir, vamos … Esas conversaciones incómodas sobre “lo nuevo” o las aburridas charlas sobre el clima con una persona que no has visto en años definitivamente están fuera de discusión. Las conversaciones reales y crudas sobre las emociones, la energía, el universo, lo desconocido me ponen la piel de gallina y me rompen las lágrimas cuando se comparte con una persona muy querida. Las personas con opiniones fuertes son seres humanos inteligentes. Necesitan conversar sobre las ideas, innovaciones o soluciones creativas a los obstáculos. Necesitan un sujeto que estimule su cerebro y les despierte los ojos cada vez que lo hablen. La pequeña charla es la basura de cada día envuelta en un diálogo.

 

5. No puedes soportar la ignorancia y la insensibilidad

No puedes soportar a las personas que tienden a hacer juicios instantáneos sobre cosas de las que no están seguros y reaccionan instintivamente sin siquiera pensar. La personalidad respaldada por rasgos fuertes como los tuyos es el resultado de ser reflexivo, empático y estar bien informado.

6. Te apegas a tu moral Te mantienes firme y sabes que nada puede afectar tu equilibrio.

No importa cuán equivocados puedan parecer para alguien, o qué tan diferentes sean de su punto de vista, su moral es su principal principio que le proporciona orientación a través de la vida. Nadie te convencerá de hacer algo que no sea parte de tu propio sistema moral en primer lugar.

7. Admites cuando te equivocas Una persona que cultiva una personalidad de rasgos fuertes es consciente tanto de sus defectos como de sus cualidades.

Tienden a distanciarse del EGO, la superioridad de una persona. Cada vez que se comete un error, serán honestos al respecto y lo admitirán. La pelota no siempre estará en nuestra cancha, y eso está perfectamente bien. En lugar de ser infantil por un error inocente, las personas con personalidades fuertes lo admitirán y pasarán al siguiente capítulo.

8. No eres arrogante, tienes una actitud fuerte

Si usted es un tipo de persona independiente que conoce su valor, a veces puede malinterpretarse como arrogante. Las personas pequeñas pueden sentirse fácilmente insultadas y actuar destructivamente hacia las personas que expresan sus opiniones fuertes sin sentirse culpables por ello. Su actitud fuerte puede causar un revuelo en su sistema de creencias mal ajustado y, a menudo se espera que lo etiqueten como una persona arrogante. No importa qué, ¡quédate con tus armas!