El coronavirus ha puesto a Ecuador frente al espejo de lo que pasó en el país hace exactamente un año: contagios descontrolados, exceso de muertos y hospitales sin camas de cuidados intensivos disponibles. Las autoridades de gestión de riesgo y el presidente, Lenín Moreno, han reaccionado con un paquete de medidas que resucita el toque de queda desde las ocho de la tarde, el teletrabajo en todas las instituciones públicas y las restricciones de movilidad, pero solo durante una semana. Durarán hasta el viernes a medianoche para no afectar a las elecciones del próximo domingo 11 de abril, según dispone el decreto de estado de excepción emitido este jueves.
“Al encontrarse el Estado ecuatoriano en periodo electoral, la necesidad de atender la gravedad de la emergencia sanitaria en ciertas provincias del país también implica el establecimiento y desarrollo de medidas que permitan la garantía de los derechos de participación”, recoge el documento firmado por el presidente Moreno entre las motivaciones para imponer restricciones a los ciudadanos de ocho provincias, incluidas Pichincha y Guayas, las dos más pobladas. El llamado a las urnas no cambiará de fecha pese a la incidencia que, según las autoridades y el criterio médico, tuvieron en el pico de contagios el puente de carnaval y la primera vuelta electoral del 7 de febrero, debido a la concentración de personas en las playas y en los colegios electorales.PUBLICIDAD
Antes de esos dos eventos, las camas de cuidados intensivos estaban en un índice de ocupación del 84%, que se elevó al 88 % después del 24 de marzo. En los hospitales de Guayas y Pichincha, cuyas cabeceras son Guayaquil y Pichincha, las ciudades con más población y más problemas de aglomeraciones y fiestas, la ocupación de camas supera el 90 % al recibir pacientes de territorios vecinos. Hay, además, una lista de espera de 252 enfermos por covid-19 esperando por una plaza en UCI. “Todas las medidas de control ordinarias desplegadas durante las últimas semanas no son suficientes para el control efectivo del contagio”, reza el decreto, donde se precisa que el Registro Civil ha reportado un incremento de defunciones del 35,1 %.
Dentro de nueve días, se conocerá el nombre del futuro presidente del país en el desempate entre Andrés Arauz, el candidato auspiciado por Rafael Correa, y Guillermo Lasso, el político conservador que va por su tercer intento de llegar al palacio de Carondelet. Ni la pandemia ni la nueva ola de contagios en el país han interrumpido la campaña promocional de ambos que, sin embargo, trasladaron desde el principio una parte de su estrategia a las redes sociales, donde han despachado un intenso cruce de ataques personales. También han lanzado parte de sus propuestas de Gobierno, como han hecho en la última semana con el plan de vacunación contra el coronavirus.
Andrés Arauz asegura que, si llega a ser presidente de Ecuador, inmunizará a un ritmo de dos millones de vacunados por mes, mientras que Guillermo Lasso habla de 9 millones de ecuatorianos inmunizados en 100 días. Al 29 de marzo, el Ministerio de Salud había colocado ya la primera dosis contra la covid-19 en 182.329 ecuatorianos y la segunda inyección en otros 62.537, según las cifras oficiales, pese a que entre marzo y abril estaba previsto que llegaran al país dos millones de dosis.PUBLICIDAD
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