Santo Domingo.-Después de pasar cinco años en una universidad para formarse como contable, Luis Valdez ahora trabaja en una peluquería, y durante la noche hace de taxista.
El joven de 34 años, residente en Villa Mella, cuenta que se cansó de buscar trabajo e inició su propio negocio.
“Busqué empleo por más de un año, y la mayoría de las empresas solicitaba experiencia laboral”, rememora el joven.
Similar situación vive Ricardo Ramírez, de 33 años, licenciado en Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras, y técnico en música.
Detalla que está trabajando como recepcionista de un pequeño hotel durante la noche y como maestro durante el día para poder aumentar los ingresos mensuales.
“El salario mensual como recepcionista no supera los 19 mil pesos y para completar los ingresos tengo que dar clases particulares”, detalla Ramírez a EL DÍA, al señalar que su horario laboral tiende a superar las 11 horas diarias entre una labor y la otra.
Como Ramírez, en el país hay 98,724 trabajadores dominicanos que tenían dos o más empleos al cierre de noviembre del pasado año, según el más reciente Informe sobre el panorama sectorial de República Dominicana del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.
Salarios bajos
La necesidad de tener más de una fuente de ingresos en la clase trabajadora se produce por una limitada remuneración salarial que recibe la clase trabajadora, en especial la población joven.
De hecho, ese grupo poblacional tiene que manejarse con un salario que no supera los 25,526.19 pesos, lo que no supera los más de 44 mil que ronda el costo de la canasta básica familiar del quintil 1 o de menor ingreso.
Los datos de la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) detallan que a noviembre del año 2023 se encontraban cotizando en el Sistema Dominicano de Seguridad Social sólo 763,179 trabajadores, con edades comprendidas entre menos de 18 años y hasta 30 años, del total de los 2,366,433 trabajadores registrados.
De esa cantidad, 643,289 trabajadores tienen salarios entre menos de 5 mil pesos y 30 mil pesos y sólo 119,890 tienen salario entre 30 mil pesos y más de 50 mil pesos.
Dichos estancamientos en el promedio salarial que reciben los jóvenes se traduce en una limitante para la economía dominicana.
De acuerdo al economista Juan del Rosario, un salario bajo desestimula a los jóvenes a insertarse al mercado laboral, y hace que decenas inicien negocios, como venta de empanadas, motoconchos, taxis y otros proyectos que, en su mayoría, que terminan en el fracaso.
En jóvenes se centraron a mayoría de los empleos generados, de acuerdo a recientes datos.
El hecho de que los empleados de esa masa poblacional no reciban una remuneración que les incentive la capacitación continua y promueva la fuga de cerebro, es lamentable, dijo, al apuntar que eso propicia una falta de oportunidades laborales que impulsa la emigración de los jóvenes dominicanos.
“El país pierde miles de millones de pesos en formación de jóvenes que terminan ejerciendo una labor que no requiere de formación alguna”, dijo, al lamentar que aún no existan estudios para cuantificar esa pérdida estatal.
El experto entiende que ese proceso tiene varias aristas, ya que los jóvenes suponen el mayor segmento poblacional para aportar al crecimiento económico de una nación, al precisar que se requiere de políticas públicas que impulsen el empleo de para los jóvenes.
“Eso resta competitividad a la economía de un país”, subrayó, al destacar que los jóvenes que están en formación necesitan expectativas positivas de un mercado laboral que les garantice remuneraciones dignas.
Aseveró que los bajos salarios también dan lugar al pluriempleo, ya que decenas de jóvenes optan por dos o más empleos para poder compensar los ingresos que podría suponer un empleo bien remunerado.
En el sector informal hay más de 700 mil jóvenes.
De su lado, el economista Antonio Ciriaco, entiende que un salario limitado detiene el crecimiento económico, ya que ese grupo poblacional tiene una mayor necesidad de consumo, pero recibiendo un salario bajo se limita la capacidad de compra.
A medida que los jóvenes reciban un mayor salario tendrán mayor capacidad de consumo. Un ejemplo de eso es que el 84 % del comportamiento de la demanda del producto interno bruto depende del consumo, dijo.
Menciona que el desempleo juvenil, sumado a la precariedad del ingreso se ha acentuado en la última década, ya que las empresas demandan de experiencia laboral y la mayoría de los jóvenes accede a los empleos sin experiencia. “Los bajos salarios son en su mayoría, el pago por la inexperiencia laboral”, lamenta.
Falta de oportunidad
La escasa oportunidad de empleo y los bajos salarios figuran entre las principales razones por las que más de la mitad de los jóvenes de edades entre 18 y 35 años de República Dominicana desea emigrar en busca de mejores facilidades para su desarrollo profesional y sustento económico, según un estudio sobre el joven votante dominicano realizado por la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE).
Empleo
—1— Debilidad
Las estadísticas institucionales muestran debilidad en el análisis de la población joven.
—2— Población activa
La población de jóvenes que está activa en el mercado laboral es de 2,490,057, de esos unos 696,761 tienen edades comprendidas entre 15 y 24 años. Mientras que 1,793,296 tienen entre 25 y 39 años, de acuerdo al Banco Central.