Detrás de la capacidad financiera del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), están los “Cuinis”, que más que una banda son una familia bautizada con el nombre de una pequeña ardilla llamada “cuinique”, conocida por su capacidad para reproducirse. Son González Valencia, un clan de 18 hermanos –unos dicen que 12– que forman el brazo financiero y empresarial del grupo criminal que lidera Nemesio Oseguera, el “Mencho”.
A los “Cuinis” pertenece Rosalinda González Valencia, esposa del “Mencho”,recientemente detenida en Zapopan, Jalisco, y señalada como “operadora financiera” del CJNG.
No es la única. Hay 7 hermanas más identificadas por las autoridades como responsables encubiertas de los negocios del CJNG. Ellas son Noemí, Berenice, Marisa, Erika, María Elena, Abigail y Estela, quienes han tomado un relevante papel en la administración de los negocios ilícitos del grupo criminal, sobre todo a partir de la detención de cinco de sus hermanos: Ulises, Elvis, José, Abigael y ahora Rosalinda González Valencia.
Las autoridades de México atribuyen a los “Cuinis” negocios como comercializadoras, clínicas de belleza y rejuvenecimiento, hoteles, restaurantes y ferias, entre otros. Incluso los considera como una de las organizaciones criminales más ricas de México, en su sociedad familiar con el CJNG.
Aunque su apellido aparece por debajo del “Mencho” en la estructura del CJNG, su peso en la organización no es menos importante bajo las órdenes ahora de Arnulfo, y detrás sus hermanos Edgar, Mauricio, Gerardo y Luis Ángel, todos libres aún.
Precisamente por el poder económico que han acumulado, en octubre de 2016 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a 7 de los “Cuinis” en la lista de narcotraficantes internacionales que elabora su Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC).
A los especialistas les llama la atención que los “Cuinis” llegaran con tanto retraso a “la lista negra” del narcotráfico estadunidense, si se considera que las autoridades les siguen la pista desde hace dos décadas.
Apenas entonces aparecieron los nombres de Nemesio Oseguera, su hermano Antonio Oseguera y sus cuñados Abigael, Arnulfo, Edgar, Elvis, Marisa Ivette y Noemí. Al primero lo identificó como líder de los Cunis, que junto con el CJNG consideraba entre las bandas “más prolíficas y violentas del mundo”.
El origen de la dinastía
Los González Valencia, originarios de Michoacán, son el tronco familiar del CJNG, además de su savia financiera.
Su historia se remonta hasta los años setenta, cuando el patriarca de la familia, Armando Valencia Cornelio, “El Maradona”, fundó la organización conocida como Cártel del Milenio.
Al principio sólo se dedicaban a sembrar marihuana, pero en la década de los noventa transitaron hacia la fabricación de drogas sintéticas –fueron de los primeros en traficarlas–, el trasiego de cocaína hacia Estados Unidos y la siembra de amapola.
Acosado por Los Zetas, que comenzaron a disputarles el territorio entre 2003 y 2004, todo el clan Valencia tuvo que huir de Michoacán.
Entonces se creyó que las autoridades habían vencido a los Valencia y que al Cártel del Milenio había que borrarlo de la cartografía del narcotráfico mexicano. En realidad, no sucedió así. Los “Cuinis” se trasladaron con todo y su tradición criminal, hacia Jalisco, Colima, Nayarit y Guanajuato, donde creaon una célula de defensa con sicarios bien entenados. Al frente de esta nombraron a un joven bien conocido por ellos desde su juventud en Michoacán: Nemesio Oseguera, el “Mencho”.
La alianza de sangre
El “Mencho” se hizo sicario y narco con los Valencia. Desde joven trabajó con ellos comovigilante de los campos de aguacate, después se convirtió en su operador para el tráfico de marihuana y amapola desde el municipio de Aguililla, Michoacán, y más tarde incluso le cuidó las espaldas al patriarca El Maradona, como su jefe de seguridad.
Antes de llegar al primer círculo de los Valencia, el Mecho se fue a Estados Unidos y allá comenzó a traficar las drogas sintéticas del clan, al lado de Abigael González Valencia, el “Cuini” o el “Cachetes”, quien sería identificado como el líder de los “Cuinis”.
Para entonces Nemesio ya conocía a Rosalinda y con ella se casó tan pronto volvió a México, cuando se hizo policía en Cabo Corrientes y Tomatlán, municipios de Jalisco.
Fue al dejar la corporación que se convirtió en el jefe de seguridad del patriarca “Maradona” –Armando Valencia– y mano derecha de Erik Valencia Salazar.
Las versiones apuntan que juntos se apoderaron y transformaron el Cártel del Milenio. “El día 10 de mayo de 2009 empezaron los enfrentamientos entre el Cartel del Milenio y la gente de Nemesio Oseguera y Erik Valencia, y un mes después se dio a conocer el Cartel de Jalisco Nueva Generación”, declaró a las autoridades Ramiro Pozos, “El Molca”, líder de La Resistencia, una escisión del Cártel del Milenio.
Con el apoyo financiero de los González Valencia –ahora su familia política– y su demostrado poder de fuego, el “Mencho” integró primero el grupo de los Matazetas, en 2011. Con este replegó a Los Zetas en la región del Bajío y les arrebató el Golfo con sus mismas estrategias: una estructura de mando muy estricta, con niveles y grados bien definidos, lealtades muy sólidas y ahora dicen que entrenados por fuerzas paramilitares de Colombia y otros países extranjeros, que le han permitido extenderse por todo el país.
Las bajas
La alianza de sangre de los “Cuinis” y el CJNG no ha sido suficiente para evitar las detenciones de los González Valencia, a quienes han aprehendido no en casas de seguridad o escondidos, sino en zonas turísticas de México y el extranjero, lo cual contrasta con una opinión muy difundida sobre su bajo perfil.
Entre los “Cuinis” detenidos está Abigael, a quien sorprendieron las autoridades en un restaurante de Puerto Vallarta, Jalisco, el 28 de marzo de 2015. A Elvis lo detuvieron en un hospital luego de sufrir un accidente vial en Zapopan, Jalisco, el 3 de enero de 2016.
Gerardo cayó el 21 de abril de 2016, en Uruguay, junto con otros 10 integrantes de la organización, y José, “El Chema” o el “Chepa”, fue detenido el 27 de diciembre de 2017 en Fortaleza, Brasil.
La última fue Rosalinda, la esposa del “Mencho”, a quien sorprendieron al salir de una tienda de conveniencia en Zapopan, Jalisco.
Pero de la dinastía de los “Cuinis” todavía quedan 13 hermanos –o 7 si acaso son 12–. Todos con dinero, poder y el apoyo del grupo criminal más violento del país: el Cartel Jalisco Nueva Generación.