Los bebés en el útero tienen músculos adicionales en las manos, similares a los de los reptiles, que la mayoría perderá antes de nacer.

Los autores del estudio en que se descubrió el fenómeno creen que se trata de uno de los remanentes más antiguos de la evolución encontrado en los seres humanos.

La investigación, publicada en la revista Development, señala que estos músculos tienen 250 millones de años, una reliquia de cuando los reptiles se transformaron en mamíferos.

Aún no está claro por qué se desarrollan para luego desaparecer.

Biólogos dicen que este paso en el desarrollo puede ser lo que hace que los pulgares tengan una mayor habilidad. Estos dedos, a diferencia de los otros, retienen este músculo.