Las temperaturas inusualmente altas registradas este verano han causado la muerte de una gran cantidad de salmones en Alaska (EE.UU.), informó este jueves el periódico local Juneau Empire.
El medio recoge los resultados de un estudio liderado a finales de julio Stephanie Quinn Davidson, directora de la Comisión intertribal de peces de Yukón. Junto con un equipo de especialistas viajó hasta el río Koyukuk, al oeste del estado, para evaluar el alcance del problema. Los científicos detectaron allí 850 peces muertos, aunque temen que esta cantidad podría ser solo la punta del iceberg.
De acuerdo con Quinn Davidson, estas muertes se debieron a la inusual ola de calor que ha experimentado la región en los últimos tiempos. “Abrimos los peces, buscamos alguna enfermedad, infecciones, parásitos. Según todos los indicios, los peces parecían saludables“, declaró la experta. “No tenían ninguna marca, ninguna señal de enfermedad o estrés. Y el fenómeno de mortandad coincide con la semana de calor que tuvimos”, agregó.
Por su parte, el biólogo Timothy Sands explicó que los peces fallecieron por la falta del oxígeno causada por las temperaturas altas. “No podían ir río arriba porque hacía demasiado calor y el agua no contenía suficiente oxígeno, por eso murieron”, afirmó. “Cuando más caliente se pone el agua, menos oxígeno disuelto habrá en el río”.
El pasado 10 de julio, la ONG ecologista Cook Inletkeeper publicó un informe en el que señalaba que la temperatura del agua en el río Deshka, también en Alaska, había alcanzado los 27,6 grados Celsius, lo que supera el anterior récord registrado en la zona. La directora científica de la organización, Sue Mauger, detalló que llevan vigilando las temperaturas del agua en la ensenada de Cook desde el 2002, pero esta fue la primera vez que se superaron los 24,4 grados.