El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) acaba de sufrir su división más importante de su historia con la renuncia de Leonel Fernández, que amenaza con su derrota en las elecciones de mayo del 2020, desde que la organización fue fundada por Juan Bosch en diciembre de 1973, tras quedar en minoría en el Partido Revolucionario Dominicano.

Ni siquiera la renuncia de Bosch de la organización el 15 de marzo del 1991 provocó conmocionó en el escenario político como ocurre hoy con la decisión de Fernández de abandonar las filas de la organización para trillar su propio camino con un nuevo proyecto político, hecho que lo coloca como opositor del partido que ayudó a fundar.

Bosch renunció en medio de una reunión del Comité Central del PLD en la que se escogería el nuevo comité político, pero el 20 de marzo del mismo año revocó su decisión.

En “el PLD, la mayoría de sus miembros son pequeños burgueses, bajos pequeños burgueses y se han dado cuenta que en el partido hay gente que ha alcanzado posiciones, como senadores, como diputados, como síndicos, como regidores y entonces en el PLD eso ha provocado una corriente de aprovechados, de oportunistas”, dijo al justificar su renuncia.

En 1978 ocurrió la primera división de la organización cuando Antonio Abreu, que era secretario general de la organización y un hombre de la estricta confianza de Bosch, renunció junto a otros dirigentes y fundaron el Partido de la Unidad Democrática, que apoyó en 1986 la candidatura de Jacobo Majluta, sustentada por el Partido Revolucionario Dominicano.

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Otra división fue la presidida por Rafael Alburquerque que fundó el Partido del Pueblo Dominicano, que en las elecciones del 1994 participó aliado al Partido Reformista Social Cristiano y obtuvo 1055 votos.

Tanto Abreu como Alburquerque, que fueron secretarios generales del PLD, regresaron nuevamente al PLD, incluso el segundo fue vicepresidente de la República por dos períodos. Ambas divisiones no causaron grandes daños a la organización.

Otra división fue la presidida por Max Puig, Vicente Bengoa, Rafael Espinal y otros que fundaron Concertación Democrática, luego de librar una lucha interna dentro del PLD.

También el PLD ha padecido importantes desprendimientos de dirigentes desde su fundación en 1973, como fueron los encabezados por los hermanos Fiallo y Radhamés García y otros líderes en Santiago. Otro dirigente importante expulsado del peledeísmo fue el profesor Amiro Cordero Saleta, de los fundadores de la organización.

Un terremoto

La salida del Fernández del PLD, cuya esposa, Margarita Cedeño, es vicepresidenta de la República, es la más significativa división que ha sufrido la organización desde su fundación, ya que prácticamente abarca a todos sus organismos y las esferas del Gobierno.

Leonel, que ha sido tres veces presidente de la República electo en la boleta del PLD, perdió las elecciones primaria del 6 de octubre por 26 mil votos por debajo de Gonzalo Castillo Terrero, pero alegó que se cometió un fraude en su contra en las elecciones primarias, que calificó como el primer “matadero electoral automatizado”.

La de hoy es una división de arriba abajo que a medida que pase el tiempo se continuará expresando porque muchos dirigentes y funcionarios del gobierno esperaran que bajen las aguas para marcar su simpatía por uno u otro sector.

El exmandatario, la principal figura del PLD luego de la muerte de Bosch, ha provocado un terremoto político con su salida del PLD, lo cual sin dudas incidirá en la escena electoral que se conforma con miras a las elecciones del 2020, con nuevas alianzas.

Entre esas nuevas alianzas, ya se comenta de un acuerdo entre La Fuerza del Pueblo, la nueva organización liderada por Leonel, y el Partido Revolucionario Moderno.