El sistema de pensiones de la capitalización individual, denominado por la Fundación Juan Bosch como “el asalto del siglo”, al 30 de junio de 2019 solo tenía afiliados al 47.5% de los trabajadores del país. Y desde su inicio, esa densidad de cotizantes significativamente no ha ido para mejor, sino para peor.
Así lo explica la institución en su publicación titulada “Del negocio seguro a la seguridad social”, de la autoría de Matías Bosch Carcuro y Airon Fernández Gil.
Explican que esa baja densidad significa que hay un sector de los trabajadores, que, si bien está registrado en el sistema, no cotiza regularmente, producto principalmente de “la inestabilidad y precariedad laboral en la economía dominicana”.
En diciembre del 2003, año en que inició el sistema, la densidad era de 58.5%, y a pesar de algunos vaivenes, se ha mantenido cayendo. No son números fríos, son datos que revelan que, de continuar esa tendencia, más de la mitad de los trabajadores dominicanos afiliados al sistema y que no puedan continuar trabajando, recibirán una pensión para caerse muerto. Y la otra parte, que mantiene su trabajo, una pensión de hambre.
En su informe, la Fundación Juan Bosch revela que de los cerca de 5.2 millones de dominicanos y dominicanas que conforman la fuerza de trabajo (a enero-marzo de 2019), solo el 36.3% “está cubierta con cotizaciones efectivas”.
“Esto habla de un modelo de seguridad social que, al estar vinculado al tipo de empleo y nivel de salario, no se ajusta a la realidad socio laboral dominicana y resulta fallido para la equidad social”, afirman los autores.
Estiman que en el régimen de capitalización individual solo el 22% de los afiliados tiene más de 100 cotizaciones y que el 34.4% no ha cotizado más de 20 veces. “Esto quiere decir que el 78% de los afiliados, con menos de 100 cotizaciones o menos, en el esquema privado de capitalización individual le faltarían 22 años o más para lograr las 360 cotizaciones requeridas para aspirar a una pensión”.
En contraste, entre los años 2004 y 2018, el monto acumulado de utilidades de las administradoras de fondos de pensiones ascendió a RD$33,879.1 millones, equivalente a US$685.4 millones de dólares
Pero, ¿cómo les va a las administradoras de fondos de pensiones que operan en el mercado, con relación al capital invertido? Según el boletín trimestral de la Superintendencia de Pensiones, al 30 de septiembre del presente año, como sector les va muy bien, tal vez como las empresas más rentables del país y de todos los tiempos.
En palabras de la Fundación Juan Bosch, con ganancias tan “exorbitantes e irritantes” que llegan “a niveles de obscenidad”.
Medidos por el ROE, que significa el rendimiento sobre el capital invertido por los accionistas, de las 7 que operan en el mercado, cinco registran utilidades desde el 10% al 65%.
Como una publicación inesperada se podría calificar el hecho de que la Superintendencia de Pensiones incluyera estas informaciones sobre las rentabilidades de las AFP en sus boletines trimestrales de presente año. Como dice el eslogan: lo que nunca se ha hecho.
Según el boletín de la Sipen, a septiembre de 2019, la administradora de fondos de pensiones con mayor rentabilidad (ROE) fue AFP Romana, con 65%, seguido de AFP Crecer con 64%. Mientras que AFP Siembra obtuvo un ROE de 54%; y AFP Popular, un 44%. La estatal AFP Reservas no se quedó muy lejos, un 38%.
Desde el 2016, en el mercado operan dos nuevas administradoras de fondos de pensiones, lo que explica sus baja y negativa rentabilidad. La Atlántico, con un ROE de 10%, y la JMM-BDI que según la Sipen para la fecha aún reportaba utilidades negativas.
Pero para el mismo periodo, ¿cuál fue la rentabilidad promedio recibida por los que se supone que son los beneficiarios del sistema de pensiones de capitalización individual?
A septiembre de 2019, los afiliados recibieron en promedio una rentabilidad nominal (lo que incluye la inflación de precios) de 10.75%. Para el presente año, ese porcentaje equivale entre menos de un cuarto y una sexta parte de la que recibieron las administradoras de las AFP que gestionan los fondos de los supuestos beneficiarios del sistema.
La Fundación Juan Bosch estima que durante ese periodo las administradoras de fondos de pensiones, como sistema de instituciones financieras, recibieron un retorno promedio anual sobre su patrimonio de 34%. Y que en 2018 bajo “puntualmente” a 21%.
¿Y cuánto recibieron los afiliados? Entre 2005 y 2019, el promedio real es un 3.7%, lo que, descontando la inflación, sigue siendo una pequeña fracción de los que las AFP depositan en las cuentas de capitalización individual de sus más de 3.5 millones de afiliados.
“Es una de las razones por la que el sistema no garantizará pensiones dignas para la mayoría, pero (que) si viene garantizando, como se ha visto, grandes ganancias para unos pocos grupos financieros”, explica la Fundación.
Pero de acuerdo a las estimaciones más recientes, ¿en cuánto se estima que será el monto de pensión, con relación al último salario promedio anual, antes de que el trabajador se retire?
De acuerdo a las estimaciones realizada por la Fundación a partir de bases de datos internacionales, en República Dominicana será de un 22.8% en promedio, lo que está por debajo de Haití, de México, de Bolivia, de Chile… en fin, de todo los países de América Latina y el Caribe, donde el promedio regional es de 64.2% del último salario anual.