BARCELONA

A medida que envejece la población de Japón, el país con el porcentaje de habitantes mayores de 65 años más elevado del mundo -de un 26% mientras que España tiene un 18,8%-, también lo hacen sus conductores. Y ello conlleva consecuencias: en el último año, alrededor de 57.000 conductores japoneses mayores de 75 años mostraron signos de demencia, según informó el jueves la Agencia Nacional de Policía.

Los medios locales se hacen eco de un informe elaborado por la policía nipona que indica que si bien el número total de muertes por accidentes de tránsito cayó a un mínimo histórico el año pasado, la policía está cada vez más preocupada por el aumento de los accidentes graves provocados por personas mayores que, por ejemplo, confunden el acelerador con el freno o conducen por el carril equivocado en las autopistas.

Una mujer de 90 años fue arrestada en mayo cerca de Tokyo tras saltarse un semáforo en rojo y arrollar a cuatro peatone

Una mujer de 90 años fue arrestada en mayo cerca de Tokyo tras saltarse un semáforo en rojo y arrollar a cuatro peatones; tres resultaron heridos y uno murió. El mismo mes una mujer de unos 70 años atropelló a 13 personas en la área de espera de un hospital, en el suroeste del país.

Antes de que Atsumu Yoshioka, de 81 años, decidiera dejar de conducir, había pruebas suficientes que indicaban que ya iba siendo hora. Explica este fabricante de muebles retirado al periódico The New York Times que olvidó poner el freno de mano una vez y cuando el coche empezó a deslizarse para atrás asustó mucho a su mujer. Otro día, cuando salía del camino de entrada de su casa, se metió dentro de un macetero grande. Tras ver en los informativos televisivos las noticias sobre accidentes mortales causados por gente mayor decidió dejarlo “antes de causar accidentes graves”.

Según los datos recopilados por la agencia de policía nacional de Japón, los conductores entre 16 y 24 años tienen más probabilidades de causar accidentes de tráfico que cualquier otro grupo de edad. Pero el año pasado, los conductores de más de 75 años causaron el doble de accidentes mortales por 100.000 conductores que los jóvenes. Entre los conductores mayores de 80 años, la tasa era tres veces mayor que para los conductores menores de esa edad.

Según datos policiales, el año pasado hubo 418 accidentes mortales causados por conductores de 75 años o más. A finales de 2017, Japón tenía 5,4 millones de conductores en ese grupo de edad.

Ante las alarmantes cifras, el Gobierno de Japón tomó cartas sobre el asunto y revisó la ley de tráfico para exigir que a partir de marzo de 2017 los conductores mayores de 75 años fueran enviados al médico si mostraban signos de demencia en la prueba cognitiva del examen preliminar para la renovación de la licencia de conducir.

No obstante, los defensores de la tercera edad alertan de que en las zonas rurales, donde el transporte público escasea más que en los núcleos urbanos, cualquier medida que les obligue a dejar de conducir debe ser compensada por el daño potencial a su calidad de vida. Sin transporte, la gente mayor en el campo no puede ir a comprar, al médico o realizar tareas básicas de la vida cuotidiana.

Cualquier medida que les obligue a dejar de conducir debe ser compensada por el daño potencial a su calidad de vida