El papa Francisco oficia la misa del Domingo de Ramos sin fieles. La misa que marca la entrada de la Semana Santa se ha celebrado en una basílica de San Pedro desierta debido a la crisis del coronavirus. En Italia, foco de la pandemia en Europa, se han registrado más de 15.000 muertes.
El Vaticano anunció el pasado 15 de marzo que todas las celebraciones litúrgicas de Pascua se llevarían a cabo sin fieles.
Otros años, peregrinos de todo el mundo se reúnían aquí para celebrar este día junto al pontífice.
La misa ha sido transmitida en directo en la página web del Vaticano, como también lo será el próximo domingo la misa de Pascua, la celebración más importante del cristianismo.
Y en Tierra Santa. Los monjes franciscanos repartieron ramas de olivo entre los fieles católicos por las calles del Barrio Cristiano de Jerusalén. Una alternativa a la tradicional procesión del Domingo de Ramos, cancelada por la crisis del Covid-19.
En Israel se han registrado más de 8.000 casos y al menos 46 personas han fallecido por el coronavirus.
“Queremos paz y rezamos a Dios para que desaparezca el coronavirus y se curen todos los enfermos. Por ellos rezamos a Dios, dice esta creyente vecina de Jerusalén.
El Santo Sepulcro lleva cerrado desde el pasado 31 de marzo. La última vez que había cerrado de esta manera fue en 1349, durante la Peste Negra.
Las distintas confesiones cristianas custodian el lugar en el que Jesús de Nazaret fue crucificado y enterrado, resucitando al tercer día.
