Conforme los países europeos apuestan por medidas más estrictas para combatir el coronavirus, la industria de la aviación se ha visto rápidamente empujada hacia los números rojos. Los ingresos del grupo Air France-KLM en el tercer trimestre han caído a 2 500 millones de euros. El año pasado por esta época rondaban los 7 600 millones de euros. Las restricciones en los viajes han reducido el número de pasajeros en un 70 %, hasta los 8,8 millones de viajeros. La compañía asegura que ha registrado una pérdida neta de 1 700 millones de euros en los tres meses anteriores a septiembre. Durante el mismo período, en 2019, el beneficio de la compañía fue de 363 millones de euros.

Conforme los países europeos apuestan por medidas más estrictas para combatir el coronavirus, la industria de la aviación se ha visto rápidamente empujada hacia los números rojos. Los ingresos del grupo Air France-KLM en el tercer trimestre han caído a 2 500 millones de euros. El año pasado por esta época rondaban los 7 600 millones de euros. Las restricciones en los viajes han reducido el número de pasajeros en un 70 %, hasta los 8,8 millones de viajeros. La compañía asegura que ha registrado una pérdida neta de 1 700 millones de euros en los tres meses anteriores a septiembre. Durante el mismo período, en 2019, el beneficio de la compañía fue de 363 millones de euros.

Entretanto, Airbus debe manejar el impacto de las nuevas medidas gubernamentales. Anunció 1 000 millones de euros de pérdidas para el tercer trimestre, en medio de una recuperación más lenta de lo esperado en los vuelos. En la empresa tratan de adaptarse para hacer frente al virus y no se prevén grandes alteraciones por las nuevas restricciones.

“Recientemente hemos discutido con los Gobiernos para asegurarnos de que las medidas que ponen en marcha son el mejor compromiso para contener la pandemia. Y realmente es importante que las adopten pero, también, que no afecten demasiado a la vida económica y a la de las grandes corporaciones industriales como Airbus y nuestros proveedores”, afirma el director ejecutivo de Airbus, Guillaume Faury.