Tres años de relativa paz con las guerrillas en Colombia ha abierto el acceso para la ocupación ilegal en zonas de la selva que antes estaban prohibidas. La minería ilegal de oro está avivando la pérdida de los bosques en Perú. Rancheros y ganaderos en Bolivia están arrasando con la vegetación para surtir la demanda de carne que hay en China.

La deforestación a tasas desmedidas está devastando grandes partes de la Amazonía en las naciones vecinas de Brasil. La pérdida de bosques en esos países, que componen el 40 por ciento de la Amazonía, es muestra de cómo los incendios que han azotado la parte brasileña y ha causado alarma a nivel mundial no son más que parte de una crisis regional más amplia.

El adentramiento hacia la cuenca del Amazonas por parte de los que llegan a asentarse ilegalmente en esas tierras, así como de rancheros o de mineros, también subraya cómo aún los avances en la estabilidad política y la integración económica pueden ser conducentes para la deforestación si las salvaguardas de los bosques siguen siendo débiles.

“En Colombia pasamos de intentos de conservación a punta de pistola con las guerrillas a un alza enorme en la deforestación”, dijo Liliana Dávalos, bióloga de campo de la Universidad Stony Brook. Calculó que la deforestación se disparó en 50 por ciento de 2017 a 2018 en los parques nacionales colombianos que antes estaban bajo control de los rebeldes armados.

El temor a que crezcan de nuevo los combates en Colombiaaumentó esta semana cuando un excomandante de la mayor guerrilla del país acusó al gobierno de incumplir lo establecido en los acuerdos de paz de 2016. Ese comandante, que tuvo un papel destacado en las negociaciones del acuerdo, lanzó un llamado a retomar las armas que podría llevar al fin del pacto.

ImageGuerrilleros disidentes en las montañas de Colombia el año pasado
CreditFederico Rios Escobar para The New York Times

La posibilidad de que se reagrupen las guerrillas es un factor cuyo impacto están analizando los líderes medioambientales en Colombia, donde las décadas del conflicto interno habían dejado partes de la selva inaccesibles.

Por ahora, Colombia es emblemática del aumento de la deforestación en Suramérica. El año pasado, el gobierno reportóque la nación perdió unas 200.000 hectáreas, una de las tasas más altas registradas en la historia colombiana. La apropiación de tierras y el uso de estas para cultivar materia para drogas son algunos de los factores que han impulsado la deforestación.

Los científicos afirman que la deforestación fue resultado, principalmente, de la desmovilización de la principal guerrilla, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), como resultado de los acuerdos de paz.