Una colisión cataclísmica entre los restos de un par de estrellas muertas puede haber sembrado nuestro sistema solar con metales pesados ​​preciosos, incluido el oro y el uranio, según un estudio publicado recientemente.

Si se observara un choque tan pesado en el presente, sería el punto más brillante en el cielo nocturno. Las estrellas de neutrones son los restos de cuerpos estelares masivos que han explotado en supernovas dramáticas.

Este evento violento arroja vastas cantidades de material estelar al entorno del espacio circundante, pero el núcleo ultra-denso de la estrella que una vez fue majestuosa sigue vivo.

Este núcleo, o estrella de neutrones, tendría una masa de una a tres veces mayor que la de nuestro Sol en un espacio de unas pocas decenas de kilómetros de diámetro. En resumen, son fenomenalmente densos.

Cuando un par de estrellas de neutrones se fusionan, crean poderosas ondas gravitacionales, que los científicos ahora pueden detectar en la Tierra con la ayuda de interferómetros increíblemente precisos.

Además, la violencia de la interacción libera suficiente energía para forjar elementos pesados ​​raros, como el uranio y el platino.

De acuerdo con los resultados de un nuevo estudio, una colisión entre estrellas de neutrones puede haber ocurrido en nuestro patio cósmico hace miles de millones de años, sembrando las vastas nubes de materia de las que se formarían los planetas de nuestro sistema solar con preciosos elementos pesados.

The research has been published in the journal Nature.