Casi todos pensamos que cuando necesitamos hidratarnos la bebida ideal es el agua. Pero un reciente estudio de la Universidad St. Andrews de Escocia asegura que existen otras mejores para devolverle al cuerpo los líquidos perdidos.
Aunque es cierto que el agua ayuda en la hidratación, otras bebidas con algo de azúcar, grasa o proteínas, logran que este proceso sea más duradero y con más rendimiento para nuestro organismo.
El equipo de investigación de la Universidad de St. Andrews puso a prueba 13 bebidas comunes para ver cómo afectan la hidratación.
De acuerdo con Ronald Maughan, profesor de la Facultad de Medicina de St. Andrews y autor del estudio, todo tiene que ver con la forma en que nuestros cuerpos responden a las bebidas.
El volumen de una bebida determinada es un factor importante en el proceso de hidratación. Cuanto más bebes, más rápido se vacía la bebida de tu estómago y se absorbe en el torrente sanguíneo, donde puede diluir los fluidos del cuerpo e hidratarte.
También resulta decisiva la composición de los nutrientes de una bebida. La leche, por ejemplo, hidrata más que el agua normal porque contiene azúcar (lactosa), algunas proteínas y grasas.
Esos componentes ayudan a retrasar el vaciado de líquido del estómago y a mantener la hidratación durante un mayor período de tiempo. La leche también contiene sodio, que actúa como una esponja al retener el agua del cuerpo y producir menos orina.
En la lista de las bebidas que hidratan más que el agua común se incluyen las soluciones de rehidratación oral para tratar la diarrea. Estas contienen pequeñas cantidades de azúcar, así como sodio y potasio, que también pueden ayudar a promover la retención de agua en el cuerpo.
El jugo de naranja, la cola dietética, el té frío, el agua gaseada, la cerveza y el café son otros líquidos que pueden ayudar en la hidratación en un período de cuatro horas. La leche desnatada es la que más horas nos puede rehidratar, según la investigación.
“Este estudio nos dice mucho de lo que ya sabíamos: los electrolitos, como el sodio y el potasio, contribuyen a una mejor hidratación, mientras que las calorías en las bebidas provocan un vaciado gástrico más lento y, por lo tanto, una liberación más lenta de la micción”, explicó Melissa Majumdar, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética sobre este trabajo.
Refrescos y jugos con moderación; cerveza antes que whisky
No obstante, la investigación refiere que los líquidos con mayores concentraciones de azúcares, como jugos de frutas o refrescos industriales, deben ser usados con moderación.
Estos ayudan al proceso de hidratación mucho más tiempo que el agua común, pero una vez que ingresan al intestino delgado provocan ósmosis, que no es más que un proceso fisiológico que “extrae” agua del cuerpo hacia el intestino delgado para diluir los azúcares de las bebidas. Y técnicamente, cualquier cosa dentro del intestino está fuera de tu cuerpo.
Los jugos y refrescos ofrecen azúcares y calorías adicionales que no nos llenarán tanto como los alimentos sólidos, explicó Majumdar. Si la elección es entre refrescos y agua para hidratación, vaya con agua cada vez, recomendó.
Nuestros riñones e hígado dependen del agua para eliminar las toxinas del cuerpo, y el agua también juega un papel clave en el mantenimiento de la elasticidad y flexibilidad de la piel. Es la crema hidratante más barata que se pueda usar.
“La cerveza provocaría una menor pérdida de agua que el whisky, porque estás ingiriendo más líquido con cerveza”, dijo Maughan. “Las bebidas alcohólicas fuertes te deshidratarán, las bebidas alcohólicas diluidas no”.