El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, va a declarar una “emergencia nacional” por la adicción a los opiáceos en el país, que causa la muerte a 91 estadounidenses cada día y ya es la primera causa de muerte accidental, superando la suma de los muertos por arma de fuego y en accidentes de tráfico.

 

“La crisis de los opiáceos es una emergencia. Y estoy diciendo oficialmente ahora que es una emergencia. Esto es una emergencia nacional y estamos redactando documentos para certificarlo”, ha afirmado Trump a los periodistas desde su club de golf de Nueva Jersey, donde pasa sus vacaciones.

 “Nunca ha habido algo como lo que ha sucedido en este país durante los últimos cuatro o cinco años”, ha agregado el mandatario republicano. Esta declaración permitirá destinar más fondos y recursos para combatir la adicción a los calmantes y a la heroína.

Trump hace esos comentarios tras abordar el martes con su equipo la crisis generada por la adicción a analgésicos opiáceos con receta, como OxyContin o Vicodin, que lleva a muchos estadounidenses a engancharse después a la heroína, más barata en el mercado negro.

 Muchas de las víctimas se vuelven adictas después de que se les recete este tipo de fármacos y acaban recurriendo a la heroína en el mercado ilegal, una vez desarrollada la dependencia de la droga.

“Nadie está a salvo de esta epidemia, que amenaza a todos, los jóvenes y los viejos, los ricos y los pobres, las comunidades urbanas y las rurales. Todo el mundo está amenazado. Las sobredosis por drogas son la causa principal de muerte accidental en Estados Unidos“, dijo entonces Trump.

La estrategia del mandatario pasa por “ser duros en la frontera sur, donde entra mucho de esto”, en aparente referencia a la heroína consumida en EEUU, de la que alrededor del 90% proviene de México. Trump también está “hablando con China”, desde donde llegan ciertos tipos de drogas sintéticas.

“También estamos trabajando con los agentes que aplican la ley para proteger a los ciudadanos inocentes de los narcotraficantes que envenenan a nuestras comunidades. Para tener una sociedad libre de drogas, es absolutamente vital tener unas agencias de seguridad fuertes”, considera el magnate.

El tercer ingrediente, según Trump, es “evitar que la gente use drogas”, porque “si no empiezan, no tendrán un problema, y si empiezan, es terriblemente difícil dejarlo”.