• El capitán del barco, Marc Reig, ha sido detenido por la Policía italiana

  • Open Arms ha denunciado amenazas por parte de los guardacostas libios

  • Libia acusa a España de interferir en las operaciones y violar sus aguas territoriales

  • SOS: Navidades al rescate

La Fiscalía de Catania ha ordenado este domingo la inmovilización del barco Open Arms de la ONG española Proactiva y la apertura de una investigación por un posible delito de “promoción de la migración ilegal” a Italia y de organización criminal tras desembarcar el sábado a 218 inmigrantes en el puerto de Pozzallo, en el sur de Sicilia, rescatados cuando se encontraban a la deriva en el Mar Mediterráneo.

Según la acusación, el barco español tendría “la voluntad de llevar inmigrantes a Italia” y habría “violado la ley y los acuerdos internacionales al no entregarlos a las autoridades libias”. “De momento es una hipótesis de delito, ni siquiera hay una acusación oficial. Tenemos que estar a la espera, de ver cómo siguen los acontecimientos”, ha asegurado Laura Lanuza, portavoz de Proactiva a RNE.

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación español, Alfonso Dastis, ha asegurado este lunes que el Gobierno está trabajando en este caso con responsables de la ONG para “aclarar los extremos de las acusaciones e intentar despejar cualquier problema que haya”.

Preguntado por si el Gobierno entiende que hay una justificación que explique que se haya retenido al barco, Dastis ha afirmado -en declaraciones recogidas por Europa Press- que el Ejecutivo “no entiende nada” hasta que no se aclare “de qué se les acusa y cuál es la justificación para esas acusaciones”.

Rescate de más de 200 migrantes en el Mediterráneo

Los hechos ocurrieron el pasado 15 de marzo, cuando tuvo lugar el rescate a unas 73 millas de la costa Libia, según relató el fundador de Proactiva Open Arms, Oscar Camps, en la red social Twitter.

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El barco pudo seguir navegando con los migrantes a bordo, pero no pudo desembarcarlos hasta este sábado debido a la reticencia de las autoridades italianas a concederles un puerto en el que atracar.

“Desde el momento que tocamos puerto el sábado por la mañana nos pideron interrogar a la jefa de misión y al capitán por una cuestión rutinaria, porque habían ocurrido hechos anómalos y poco habituales en las tareas de rescate, como en otras ocasiones. A partir de ahí pidieron imágenes y todo tipo de material”, ha afirmado Lanuza a RNE, quien ha destacado la colaboración con la polícia italiana.