Si en 2017 Islandia podía presumir de ser el país con menor brecha de género, este año se ha convertido en la primera nación del mundo que pone fin, por ley, a la desigualdad salarial. Desde el 1 de enero las empresas con más de 25 trabajadores deben demostrar que hombres y mujeres cobran el mismo sueldo por el mismo trabajo realizado. Si no hacen, se enfretarán a sanciones económicas.

El Landsbanki, el mayor banco del país rescatado por el Estado después de la crisis financiera de 2008, cuenta con unos 1.000 empleados y ya se ha puesto manos a la obra para adaptase a la nueva normativa.

“Una de las razones fundamenales por la que necesitábamos esta ley es que la brecha salarial no es algo que se pueda sentir o ver fácilmente. Es muy difícil de demostrar”, asegura Elisabet Björnsdottir, de 34 años, encargada del departamento tesorería. No obstante, asegura que nunca se ha sentido discriminada por sus colegas masculinos.

La ley libera de esa carga a los empleados al obligar a las empresas a certificar que se ajustan a las nuevas políticas de paridad salarial.

El Landsbankinn tendrá que invertir 120.000 euros para ponerse al día, pero el responsable de recursos humanos cree que merece la pena.

Brynhildur Omarsdottir, presidenta a la Asociación Islandesa por los Derechos de la Mujer, destaca que si la ley “no resuelve todo el problema (de la desigualdad de género), resuelve parte y desde luego una parte crucial”.

“No nos metamos en eso”, dice Rajoy

Sobre este asunto habló hace unos días el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en una entrevista radiofónica. Rajoy descartó obligar por ley a las empresas privadas a la equiparación salarial entre hombres y mujeres. “No nos metamos en eso”, dijo. Descartó que, aunque “probablemente el ritmo debería ser más rápido”, las empresas españolas han dado pasos “en la buena dirección” para reducir la desigualdad de salarios.

Según el sindicato UGT, las mujeres trabajan gratis 54 días al año, un cálculo que ha hecho basándose en los datos provisionales de 2015 publicados por el último informe Eurostat. La organización sindical ha pedido el Ejecutivo que active todos los mecanismos posibles para cumplir con la igualdad salarial y ha convocado un paro el próximo 8 de marzo.