Patria, Minerva y María Teresa Mirabal son los nombres de tres mujeres dominicanas que se han convertido en un sublime símbolo de la lucha de la mujer a nivel internacional. Su asesinato se produjo el 25 de noviembre del 1960, por órdenes del dictador Rafael Leonidas Trujillo, y en honor a ellas, esta fecha fue declarada como Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer.
La conmemoración fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999, como una propuesta de la República Dominicana que recibió el apoyo de 60 países, según información de la ONU. Desde entonces se han estado creando estrategias, y políticas públicas para combatir ese mal, pero las estadísticas de violencia contra la mujer siguen siendo consideradas como una epidemia.
Un informe de ONU – Mujeres, publicado en noviembre del año pasado, establece que la República Dominica cuenta con mecanismos y políticas para dar respuesta a la violencia contra las mujeres, pero a pesar de los esfuerzos, el país ocupa uno de los primeros lugares en la región en la manifestación más grave de la violencia que es el feminicidio.
Desde el mes de noviembre del 2016 hasta octubre del año en curso, las estadísticas de la Procuraduría General de la República registran 195 muertes de mujeres a causa de la violencia machista, aunque los número pudieran ser mayores.
Cuando se observan los datos de la Procuraduría, se puede ver que no ha pasado un mes en el que no hayan ocurrido feminicidios. Según el Ministerio Público, en enero ocurrieron siete, igual número en febrero; en marzo, abril y mayo, ocurrieron cuatro feminicidios en cada mes.
En junio y julio murieron 12 mujeres cada mes a manos de parejas y exparejas. En agosto fueron nueve, en septiembre seis y en octubre siete.
A consideración de María Rosa Belliard, presidenta del Foro de Mujeres de Partidos Políticos, los números de muertes de mujeres son preocupantes, sobre todo porque entiende que las campañas y planes puestos en marcha por las autoridades no están dando resultado. Entiende que debe revisarse todo lo que se ha hecho para diagnosticar dónde están fallando.
Sugiere que las políticas públicas de intervención deben hacerse en los barrios, en vez de hacer foros y grandes eventos con funcionarios de alto nivel.
Esta semana varias instituciones del Estado y de la sociedad civil realizaron manifestaciones con motivo del Día Internacional de la No violencia Contra La Mujer. Todos han manifestado preocupación por los casos de feminicidio y coinciden en que el problema debe ser combatido por toda la sociedad en su conjunto.
Este año para la conmemoración de esta fecha, la ONU – Mujer ha centrado su atención en las sobrevivientes de violencia por medio de la campaña “Escúchame también”. En un comunicado, esa organización internacional establece que “si bien los datos reflejan que la violencia contra las mujeres y las niñas afecta a una de cada tres mujeres en todo el mundo, en lugar de exigirse responsabilidades a los agresores a menudo se culpa a las mujeres y a las niñas que sufren la violencia y de manera sistemática se duda de su testimonio”. Advierten que eso debe cambiar.