Este sábado le ha llegado el turno a la defensa en el juicio político que se está llevando a cabo en el Senado estadounidense contra Donald Trump. Los representantes demócratas que ejercer como fiscales cerraron su exposición con duras acusaciones contra el presidente en relación con el escándalo de las presiones a Ucrania:
“El simple hecho de revelar sus formas de actuar no ha impedido que siga ese patrón de conducta destructiva que nos ha llevado a este momento tan sombrío. Él es quien es y eso no cambiará ni tampoco el peligro asociado a él”, decía el demócrata Adam Schiff.
En minoría en el Senado, los demócratas necesitan el apoyo de al menos cuatro legisladores republicanos para aprobar una moción que permita llamar a más testigos y aportar nuevos documentos, algo altamente improbable.
“Espero que mañana la Casa Blanca empiece a aclarar las cosas, porque esto acaba siendo partidista. No creo que nada de lo que han dicho hasta ahora sea impugnable”, replicaba el republicano Rick Scott.
Donald Trump pidió a sus correligionarios que el juicio político dure lo menos posible y esté finiquitado, sugieren desde la Casa Blanca, para finales de la semana que viene.
