La Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), dos de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, presentaron este miércoles una demanda federal contra la Administración de Donald Trump por la amenaza de expulsar de Estados Unidos a los estudiantes internacionales que cursen las clases online este otoño. El sistema remoto es algo que varias instituciones educativas están barajando con el objetivo de proteger a los miembros de su comunidad frente a la pandemia del coronavirus. La policía de inmigración informó a principios de la semana de que la medida —aún no publicada— será oficial “en el futuro cercano”.
La policía de Inmigración de EE UU (ICE, por sus siglas en inglés) publicó una circular este lunes explicando que los alumnos internacionales tienen que dar clases presenciales este otoño o, en caso contrario, deberán abandonar el país. Docenas de universidades han dicho que planean ofrecer al menos algunas clases presenciales a partir de septiembre, pero otras creen que es demasiado arriesgado. Horas antes del anuncio de ICE, Harvard informó de que el próximo año académico (2020-2021) se impartirá en su totalidad de manera remota. Solo el 40% de los alumnos serán aceptados de manera presencial en el campus de Massachusetts.
La demanda, presentada en un juzgado federal de Boston, busca bloquear la nueva regla. Las dos universidades argumentan que la medida evitaría que muchos de los 5.000 estudiantes internacionales de Harvard, y cientos de miles de estudiantes en otras instituciones educativas de todo el país (la cifra de extranjeros que estudian en EE UU se calcula en más de un millón), se queden en Estados Unidos. El presidente de Harvard, Lawrence S. Bacow, calificó la acción de la Administración de Trump de cruel e imprudente, y dijo en un comunicado que parecía haber sido diseñada para presionar a las universidades a impartir clases presenciales “sin tener en cuenta las preocupaciones por la salud y la seguridad de estudiantes, profesores…”.
Las universidades demandantes sostienen que la norma viola la Ley de Procedimientos Administrativos porque los funcionarios no ofrecieron un argumento razonable que la justifique. Estados Unidos concedió el año pasado 388.839 visados para estudiantes extranjeros (tipo F) y 9.500 para lo que llama estudiantes vocacionales (tipo M), los dos tipos de visado afectados por la medida. El 13 de marzo, al inicio de la pandemia, la Administración suspendió la obligación de los alumnos con visado F de acudir presencialmente a las clases mientras durara la emergencia sanitaria, pero ahora quieren levantar esa excepción. “El efecto, y tal vez incluso el objetivo, es crear el mayor caos posible para las universidades y los estudiantes internacionales”, según la demanda.
Los casos en EE UU continúan al alza, con nuevos brotes concentrados en el sur del país, y rozan ya los tres millones. El director interino de la seguridad de fronteras, Ken Cuccinelli, defendió en la CNN el anuncio de la policía migratoria. “Si no van a ser estudiantes o van a serlo 100% online, entonces no tienen un motivo para estar aquí”, sostuvo Cuccinelli, y agregó: “Deberían irse a casa. Luego pueden regresar cuando la escuela abra”.