Un grupo de venezolanos reubicados por las autoridades colombianas en un campamento para inmigrantes en el occidente de Bogotá se enfrentaron entre ellos y con la Policía por la repartición de alimentos.
La secretaria de Integración Social de Bogotá, Cristina Vélez Valencia, manifestó a periodistas que “la principal fuente de discordia dentro del campamento” son los alimentos que, según los venezolanos, son insuficientes, de mala calidad e incluso vencidos.
Los disturbios se generaron el lunes a la mañana y en ellos participaron varios inmigrantes que agredieron a la Policía y ocasionaron daños a las carpas del albergue.
En varios videos difundidos en redes sociales se ve a un grupo de venezolanos golpeando con palos a una persona e incluso uno de ellos amenaza con un cuchillo a otra.
“Estas personas ingresaron firmando un manual de convivencia y ese manual debe regir las condiciones en el campamento. Estas normas fueron rotas por algunas de las personas“, agregó Vélez.
El campamento fue instalado la semana pasada cuando la Alcaldía de Bogotá reubicó a los inmigrantes, quienes habían acampado cerca de la terminal de autobuses.
Por su parte, el secretario de Seguridad de Bogotá, Jairo García, afirmó que “la ciudad es de puertas abiertas” para los inmigrantes y que “responde a las necesidades” de esa población, pero recalcó que deben cumplir con las “normas y reglas de convivencia“.
Por estos hechos fueron detenidas 16 personas, una de ellas menor de edad, y serán expulsadas del “territorio nacional en las próximas horas”, señaló Migración Colombia en un comunicado.
De los detenidos, los 15 mayores de edad serán llevados a la frontera con Venezuela para “efectuar la medida de expulsión”, mientras que el menor de edad fue dejado a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
El director de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, afirmó que apoya a la Alcaldía de Bogotá para “tenderle la mano” a los venezolanos que se encontraban en albergues improvisados para que “recuperen su dignidad“, aunque afirmó que no van a permitir que estos ataques se repitan.
“Si creen que vamos a permitir comportamientos que atenten o pongan en riesgo la integridad de la población colombiana e incluso de aquella que se encuentra dentro del campamento, están muy equivocados. Tomaremos las medidas necesarias para que este tipo de situaciones no se vuelva a presentar“, señaló Krüger.
Krüger se manifestó así durante su visita a los pasos fronterizos en Paraguachón y Cúcuta junto con una misión compuesta por delegados de 17 Estados miembros de la OEA para ver la situación de los miles de inmigrantes venezolanos.
Según datos de la ONU, cerca de 2,3 millones de venezolanos han abandonado su país ante la crisis que allí se vive, de los que cerca de un millón se han asentado en Colombia.
Además, 35.000 cruzan cada día la frontera común, algunos en busca de un futuro mejor y otros para comprar bienes de primera necesidad.