Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela que esta semana se declaró gobernante interino en desafío a Nicolás Maduro, reapareció el viernes en público y retó al gobierno al llamar a los venezolanos a una “gran movilización” para la próxima semana.
Al grito de “¡presidente, presidente!”, varios cientos de manifestantes recibieron a Guaidó con aplausos y levantaron sus teléfonos móviles para fotografiarlo. El opositor, vestido de traje gris oscuro y corbata, sorprendió a todos los presentes saliendo por la puerta de una iglesia para participar en una concentración en una plaza de la barriada de clase media de Chacao, en el este de Caracas.
Los oficialistas “creen que este movimiento se va desinflar”, dijo el presidente del Congreso ante cientos de personas que delirantes de emoción gritaban “¡si se puede, si se puede!”.
Sin embargo, aseguró que él no se rinde. “Venezuela despertó para hacer sus sueños realidad. Nos despertamos de la pesadilla”, agregó.
Está fue la primera aparición pública de Guaidó desde el miércoles, cuando abandonó rápidamente la plaza en la que juró simbólicamente ante decenas de miles de simpatizantes que prometieron defender la constitución y librar a Venezuela de la “dictadura de Maduro”. Su paradero hasta el viernes era desconocido mientras crecían las especulaciones, algunas de las cuales apuntaban que buscó refugio en embajada de los países que lo han reconocido como presidente interino para evitar ser detenido, versión que negó el dirigente.
El jefe del poder legislativo, que es controlado por la oposición y que varios territorios reconocen como el único poder legítimo en Venezuela, destacó que esta nueva lucha es un proceso que consta de varias etapas. “Lo dijimos claramente: cuando contemos con el respaldo nacional… y cuando contemos con el respaldo internacional vamos a dar el paso” de asumir las competencias del ejecutivo venezolano.
En su discurso, Guaidó, de 35 años, llamó a los seguidores a estar atentos a la convocatoria de una “gran movilización” que se efectuará la próxima semana. Asimismo, adelantó que el sábado se realizarán en todo el país asambleas populares e invitó el domingo a la población a que se acerque a los comandos militares y las viviendas de oficiales conocidos para informarles sobre el proyecto de ley de amnistía para funcionarios civiles y militares que prepara la Asamblea Nacional.
Canadá, la mayoría de los países de América Latina y varias naciones de Europa han dado su respaldo a Guaidó. Algunas excepciones son Bolivia, Cuba, El Salvador y Nicaragua, todos aliados de Maduro. Por su parte, los gobiernos de México y Uruguay emitieron un comunicado conjunto para pedir una solución “pacífica y democrática” ante el complejo panorama que enfrenta Venezuela.
Por su parte, Estados Unidos mostró apoyo a la oposición desde las declaraciones de Guaidó. La Casa Blanca emitió un comunicado minutos después de los hechos para reconocer su “presidencia interina” y los mensajes de respaldo se han sucedido. El viernes por la tarde, el senador Marco Rubio escribió en su cuenta de Twitter que “acabo de tener una gran conversación con el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, hace unos momentos. Le dejé saber que Estados Unidos ansía trabajar de cerca con su administración hasta que la democracia se restaure”.
Según Guaidó –quien apoyado por el legislativo ha respaldado sus actos en una interpretación de la constitución que señala que a falta de presidente el líder del Congreso debería asumir el poder– el reconocimiento de esos países a sus actos significa que tienen “confianza porque respetamos la constitución”.
Paralelamente a su discurso, Nicolás Maduro dio una rueda de prensa en el palacio de gobierno e insistió en que está dispuesto a abrir negociaciones con la oposición para evitar un desenlace violento a la actual crisis política que vive su país.
“Sí tengo que ir desnudo a encontrarme con Guaidó, voy desnudo” dijo el presidente en tono de broma. Acto seguido, el mandatario manifestó que éste “es un problema de un país entero que debemos resolver por el camino de la paz entre todos.”
Según reiteró, el hecho de que Guaidó se asumiera como presidente interino es un “golpe de Estado” dirigido por Estados Unidos, aunque expresó que también estaría dispuesto a hablar con Donald Trump.
El líder socialista aseguró que Venezuela seguirá vendiendo petróleo a Estados Unidos mientras las empresas de ese país lo sigan comprando.
Asimismo, Maduro rechazó la reunión del Consejo de Seguridad que pidió Washington y dejó entrever que podría presentarse en el encuentro. “En cualquier momento me voy a Nueva York a llevar la verdad de Venezuela permanentemente al Concejo de Seguridad”, agregó.