Hace unos años, Uri Levine necesitaba que le acompañaran al aeropuerto de Tel Aviv (Israel). “Se lo pedí a mi hijo, pero me contestó que no podía porque tenía el móvil roto”, cuenta. “Tampoco es para tanto, le dije, yo estaré en el coche y te guiaré hasta allí”, le calmó Levine. Pero su hijo no lo tenía claro: “¿Y cómo vuelvo a casa?”
Levine saca una moraleja positiva de esta historia: “Perderemos el sentido de la orientación, pero no la lógica”. Esa dependencia extrema en el teléfono de su hijo no parece importarle al padre:
“La realidad es que los más jóvenes están perdidos sin su móvil”. A Levine no le preocupa la velocidad de adopción de las nuevas tecnologías: “Hace 100 años saber ir a caballo era crítico, la vida cambia rápido y nos adaptamos rápido”, dice.
De hecho, el israelí Uri Levine trabaja desde hace años para que el móvil nos resulte insustituible. En 2007 cofundó la app de navegación Waze y desde entonces ha impulsado otras 13 start-ups de éxito.
“Creé Waze para resolver la pérdida de tiempo en el tráfico, pero ahora veo que el problema es peor”
Google compró Waze por 1.100 millones de dólares en 2013. Entonces fue la app más cara adquirida por la compañía. Hoy está aún entre las diez primeras de entre las 236 adquisiciones de Google. Waze es una célebre app de navegación para coches que tenía 110 millones de usuarios activos en 2018. Su información viene del movimiento en tiempo real de cada conductor: si muchos van más despacio de lo habitual por una calle, es que hay atasco. “Creé Waze para resolver la pérdida de tiempo en el tráfico y encontrar rutas alternativas, pero ahora veo que el problema es peor”, dice Levine a EL PAÍS en el marco de las jornadas Onlife organizadas por La Repubblica en Milán.
Waze es un ejemplo más de tecno-optimismo con consecuencias imprevistas. Levine pretendía resolver algo que en realidad ha empeorado: “Los atascos ahora son peores que hace 10 años.
O sea, no arreglé el problema” ¿Y lo hizo aún peor? “Posiblemente sí. Mucha gente me ha dicho que tenían miedo de conducir y con Waze ya no. Así que están más tiempo en la carretera y crean atascos”.
La solución para los atascos de Levine es añadir atajos a los coches atascados. Pero como dijo el urbanista Lewis Mumford, “añadir carriles para resolver atascos es como soltarse el cinturón para curar la obesidad”.