Hace un par de años surgió una historia que aseguraba que George Clooney había reunido a 14 amigos para regalarles un millón de dólares a cada uno. Más de uno la tomamos con pinzas dado que no todos los días leemos que un personaje millonario regale tanto dinero en vida. Sin embargo, el bueno de George nos ha sorprendido.

Resulta que la anécdota es cierta y que lo hizo como un gesto de agradecimiento a esos amigos que estuvieron a su lado, en las buenas y en las malas. Esos que lo sacaron de un apuro en más de una ocasión cuando todavía no contaba con tantos millones en el banco. Al leer la noticia no pude evitar sorprenderme ante semejante gesto de generosidad y de repente me vino a la memoria la otra cara de la moneda en la industria del cine. Un actor que también hizo planes para su fortuna, solo que su generosidad no incluye a sus seres queridos: Jackie Chan.

A lo largo de su extensa carrera como héroe de acción y referente de las artes marciales cinematográficas, Jackie Chan amasó una fortuna valorada en $350 millones de dólares (291€ millones). Su filmografía cuenta con más de 150 películas desde los años 60s y para resumir su éxito basta con decir que todas ellas han acumulado más de $5 mil millones en la taquilla mundial (4.1€ mil millones).

Con tanto dinero en el banco cualquiera pensaría que Jackie tiene previsto que su familia herede su fortuna, o parte de ella, incluso que le deje algo a la hija que tuvo fuera de su matrimonio con otra mujer. Pero no. Este hombre que ha donado millones aobras de caridad a lo largo de los años y fundado varias organizaciones benéficas no piensa dejar nada a sus descendientes. Su plan es que la totalidad de su fortuna vaya a obras de bien.

Generoso, sin dudas. Clooney también, pero qué diferentes…

Cuando el actor de los expresos cafeteros cobró unos cuantos millones gracias al éxito de Gravity decidió repartir una parte entre esas personas que lo ayudaron a lo largo de su vida (su contrato y el de Sandra Bullock les aseguraba un porcentaje de taquilla y como la odisea espacial arrasó en todo el mundo, pues le tocó un buen puñado a cada uno). “Pensé que tenía que hacer algo por todos esos amigos que durante 35 años me habían ayudado a estar donde estaba de una manera otra. Hablo de gente que me dejó dormir en su sofá cuando no tenía dinero. Que me prestó pasta cuando la necesitaba. Amigos realmente buenos” reveló a la revista GQ en una entrevista especial tras nombrarlo Icono del año.

Cuenta que se dio cuenta que no hacía falta esperar a su muerte para hacerles un regalo y así compró 14 maletines, los llenó de dinero y se los regaló. Uno de los afortunados fue Rande Gerber, marido de Cindy Crawford, que previamente reveló que todo sucedió un 27 de septiembre de 2013 durante una cena en casa de George.

Pero Jackie Chan no planea hacer lo mism, su generosidad no incluye a sus seres queridos. O al menos así lo dio a entender cuando habló de ello en 2012. Es Embajador de Buena Voluntad de UNICEF, ha protagonizado campañas contra el abuso animal y otras causas, fundó varias asociaciones benéficas para ofrecer becas estudiantiles en Hong Kong y ofrecer ayuda a victimas de desastres naturales y enfermedades, así como ayudar a niños y ancianos en zonas remotas de China, expandiéndose más tarde por Europa. Y aun así él planea seguir ayudando después de muerto donando la totalidad de su fortuna a obras de caridad alrededor del mundo.

Así lo sentenció cuando aceptaba un premio en Pekín en el año 2012 en declaraciones recogidas por Metro, sentenciando que había cambiado su testamento -que originalmente le dejaba la mitad de su fortuna a su hijo Jaycee Chan- para dejar a su primogénito sin nada. “Si es capaz podrá hacer su propio dinero. Si no lo es, entonces estaría malgastando mi dinero” dijo mientras añadía que lamentaba no haber enviado a su hijo al ejército donde habría recibido “experiencia de vida y carácter”.

Y es que la historia de Jackie con su hijo es un tanto complicada. Nacido en 1982 fruto del matrimonio de su padre con Joan Lin, Jaycee tuvo todo lo que podría haber imaginado como descendiente de una super estrella millonaria. El joven, que actualmente tiene 37 años, tuvo las puertas de la industria abiertas de par en par y si bien apareció en una veintena de películas, nunca logró disfrutar del éxito como actor. Es más, una de sus apuestas cinematográficas, Double Trouble, apenas logró recaudar $9.000 dólares en sus primeras dos semanas en la taquilla de Hong Kong, incluso acompañó a su padre en una de sus películas, 1911, que terminó siendo la película menos rentable en toda la carrera de Jackie Chan. Vamos, un desastre. En 2004 lanzó una carrera musical pero tampoco terminó de triunfar.

Pero la cosa empeoró en 2014. No solo se había labrado una imagen de niño rico y playboy (Sky News), sino que fue arrestado por la policía de Pekín por posesión de drogas admitiendo haber consumido durante 8 años cuando su padre había sido el embajador chino en la lucha contra las drogas. Todo un bochorno para Jackie. Fue procesado de forma criminal tras ser acusado de dar cobijo a otras personas para que consumieran.

Jackie aseguró a los medios chinos que no utilizaría sus influencias para ayudar a su hijo y cuando fue sentenciado a 6 meses de prisión, ni él ni su esposa asistieron a la sentencia.

Al parecer padre e hijo se habrían reconciliado después de que Jaycee pidiera disculpas por sus actos, pero mientras Jackie vive en Asia, su hijo se ha mudado a Los Angeles. Entre medias también esta Etta Ng, la hija que Jackie Chan tuvo a raíz de un affaire extramatrimonial, quien asegura que nunca ha conocido a su padre (8days).

El mundo seguramente agradecerá los cientos de millones que regalará Jackie Chan, pero desconocemos qué pensará su hijo de todo esto. Lo que sí es cierto es que él no es la única celebrity que reparte su herencia fuera de casa. Ya lo hizo Tony Curtis, quien cambió su herencia unos meses antes de morir eliminando a todos sus hijos del testamento, y sin ir más lejos, este mismo año Kirk Douglas dejó sus $61 millones a caridad (tampoco es que a Michael le hiciera falta con una fortuna estimada en $300 millones)

Daniel Craig es uno de ellos porque encuentra la idea de la herencia de “mal gusto” (Independent), así como Ashton Kutcher Mila Kunis. La pareja cree que sus hijos ya tienen una vida llena de privilegios y si bien quieren ayudarlos en caso de inversiones futuras cuando sean adultos, su herencia la dejarán a obras de caridad