La escalada del conflicto en Nagorno Karabaj es condenado por las grandes potencias. Rusia, Estados Unidos y Francia aseguran que la disputa histórica entre Armenia y Azerbaiyán por el enclave es una “amenaza inaceptable” para la estabilidad de la región.
En una declaración conjunta, los ministros de Exteriores Jean-Yves Le Drian y Serguei Lavrov, y el secretario de Estado Mike Pompeo hicieron un llamamiento a las partes en conflicto para que acepten un alto el fuego inmediato e incondicional.
En su calidad de copresidentes del Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), los tres ministros calificaron de “inédita y peligrosa” esta escalada de la violencia, que condenaron “con la mayor firmeza”.
Los combates en la región estallaron de nuevo el 27 de septiembre. Nagorno Karabaj es oficialmente territorio de Azerbaiyán, pero mayoritariamente poblado por armenios.
Ambas partes se han culpado mutuamente por la violencia que ha dejado decenas de víctimas mortales, lo peor visto en décadas.