Entre las irregularidades detectadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) que desde el pasado 1 de noviembre evaluaba el proceso de votaciones en las elecciones de Bolivia hasta el pasado fin de semana, se cita servidores no previstos como parte de la infraestructura tecnológica del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), inconsistencias de actas con número de ciudadanos sufragantes, así como que la información de transcripción después de la cuestionada interrupción del conteo, estuvo controlado por “alguien externo”.
La evaluación que hicieron 36 expertos de 18 países también encontró “falla en un algoritmo de cálculos denominado “flat computado”, y que “se accedió directamente a la Base de Datos sin pasar por la aplicación” para modificar informaciones de las actas.
“La auditoría OEA detectó que el flujo de la información de transcripción, tras la interrupción fue redirigido a un servidor (BO20) que no pertenecía a los previstos para el TREP (Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares) en la nube, ni a los equipos físicos de la Dirección Nacional de Tecnología de la Información (DNTIC). Sumado a esto, no era controlado por la empresa auditora, ni funcionarios del SERECI (Servicio de Registro Cívico) ni técnicos de la DNTIC sino por alguien externo. No figura en los informes que nos entregó el tribunal, y todos los actores omitieron su existencia hasta ser detectado por los auditores de OEA”, indica la auditoría.
Los primeros resultados, antes de la interrupción, daban a Morales una ventaja, pero no suficiente para ganar una primera vuelta. Al retomarse el conteo, los números le otorgaban los suficientes números para obtener la victoria sin ir al balotaje.
“Teniendo en cuenta las proyecciones estadísticas, resulta posible que el candidato Morales haya quedado en primer lugar y el candidato Mesa (su principal contendor) en segundo (…) resulta improbable estadísticamente” que el actual presidente ‘haya obtenido el 10 % de diferencia para evitar una segunda vuelta”.
El análisis de integridad electoral se llevó para conocer a detalle el funcionamiento de los procesos involucrados en el conteo de votos, la transmisión de resultados preliminares, el cómputo oficial y la cadena de custodia de material electoral, para -a partir de ello- verificar la integridad y confiabilidad de los resultados electorales del 20 octubre de 2019.
El informe de la OEA son preliminares por lo que exhortó a las autoridades de Bolivia profundizar en las investigaciones.