En medio de la conmoción que genera en Europa la aparición de los cadáveres cerca de la capital de Ucrania, y mientras se retiran las tropas rusas, este domingo el papa Francisco condenó nuevamente la “guerra sacrílega” ante 20 mil fieles en La Valeta, en su segunda y última jornada en la isla de Malta.
El Pontífice dijo que “no nos cansemos de rezar y ayudar a los que sufren” en la “tragedia humanitaria de la atormentada Ucrania”.
La nueva condena del Papa se produjo al día siguiente del hallazgo de 20 civiles, algunos maniatados, en una calle de Bucha, una ciudad cercana a Kiev.
El ejército ruso se está retirando de la capital Kiev para reforzar su dispositivo militar en el comienzo de una crucial segunda fase de la guerra, que se combatirá sobre todo en el Este y el sur del país, en las costas del mar Negro y con centro en Odesa, joya arquitectónica y cultural de Ucrania de un millón de habitantes.
Francisco se detuvo en varios momentos de su recorrido para saludar a la multitud en Malta. Foto: EFE
Francisco fue recibido en la plaza de los Graneros de Floriana, en las afueras de La Valeta, la capital de Malta. El papamóvil de Jorge Bergoglio se detuvo varias veces para acariciar y bendecir a los niños y besar a algunos bebés que le acercaban sus padres.
El Papa pidió a los fieles presentes y a los católicos que son el 85% del medio millón de habitantes de la isla mediterránea, que se conviertan en “testigos incansables de la reconciliación”.
“Para Dios no existe la palabra irrecuperable, porque es un Dios que siempre perdona, que sigue creyendo en nosotros y nos brinda a cada momento la posibilidad de volver a empezar”,agregó.
El Papa destacó que “no hay pecado o fracaso que al presentárselo a Dios él no pueda convertir en ocasión para que iniciemos una vida nueva, diferente, en el signo de la misericordia”.
Bergoglio criticó a aquellos “que solo denuncian los pecados” y salen “en busca de los pecadores”. Nosotros, dijo, “no volveremos a señalar con el dedo sino que empezaremos a ponernos a la escucha”. “No descartaremos a los despreciados , sino que miraremos como primeros a aquellos que son considerados últimos”, agregó.
Una multitud acompañó la visita de Francisco a Malta. Foto: EFE
El Papa, de 85 años, tuvo gestos de sufrimiento personal en varios momentos de su visita. Los fieles que lo saludaron dijeron que se dieron cuenta cuánto lo afectaban los dolores a su rodilla derecha, en la que padece una inflamación a los ligamentos. También sufre de ciática.
Pero el Pontífice no renunció a mezclarse con los feligreses en la plaza de los Graneros. Antes había visitado la gruta en la que se refugió San Pablo tras un naufragio que sufrió en su viaje a Roma, adonde llegó después y fue martirizado en el año 64 por el régimen imperante en Roma. En la gruta hizo un llamado en favor de la acogida a los migrantes recordando como ayudaron los malteses a San Pablo en el año 60.
Dijo que “ninguno conocía sus nombres cuando se refugiaron Pablo y sus compañeros de naufragio, ni de donde venían o su condición social y, sin embargo con calor humano”.
Francisco pidió a Dios “que nuestra compasión no se agote en palabras vanas, sino que encienda la hoguera de la acogida”.
Antes de regresar esta tarde a Roma, el Papa mantendrá un encuentro con refugiados en un centro que los acoge. Malta mantiene un tratamiento rígido con los migrantes que ha sido criticado por grupos humanitarios porque se niega a permitir que los barcos de las ONG atraquen en sus puertos.
El gobierno maltés alega que tiene una de las tasas más altas de la Unión Europea en recibir a los migrantes en relación a su población.
Un grupo humanitario alemán insistió ante Malta esta semana en que recibiera a un centenar de refugiados salvados en las aguas del Mediterráneo, cerca de Libia.
Gestiones por la paz
Después de que el Papa confirmara ayer que “el viaje a Kiev está sobre la mesa” trascendió en el Vaticano que avanzan las gestiones de Francisco en favor de mediar por una solución humanitaria de la guerra.
Algunas fuentes confirmaron que el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, lleva adelante gestiones con los colaboradores del patriarca Kirill, jefe de los más de cien millones de feligreses ortodoxos rusos.
Kirill apoyó la invasión lanzada por el presidente Putin el 24 de febrero, pero está en favor de la búsqueda de un diálogo entre las partes que permita alcanzar la paz y cree que el Papa de los católicos puede ayudar positivamente con su autoridad moral.
En los últimos meses había crecido la posibilidad de un encuentro de Francisco con el patriarca Kirill, en la perspectiva de un primer histórico viaje a Moscú del jefe de la Iglesia Católica.
Se busca ahora movilizar las gestiones en favor de esa perspectiva. Francisco se reunió con Kirill en Cuba en 2016.
También hay gestiones reservadas con las autoridades chinas a través de las diplomacias de Pekín y el Vaticano. Una fuente dijo que “se trata de un tema muy delicado” que no puede ser arruinado por filtraciones.
El propósito del Vaticano es que también la China de Ji yi ping, aliado de Moscú, auspicie a su modo la gestión del Papa Francisco y el patriarca Kiril para favorecer el final de una guerra que también a China le causa muchos problemas.
Vaticano. Corresponsal.
DD