El terrorismo yihadista volvió a golpear Francia. Al menos tres personas murieron y dieciséis resultaron heridas, varias de ellas de gravedad, en la toma de rehenes en un supermercado en Trèbes, cerca de Carcasona, en el sur del país. El autor del asalto,que fue abatido por la policía tras tres horas de máxima tensión, dijo ser “un soldado del Estado Islámico (EI)”. Y así lo confirmó el grupo yihadista poco después de terminar el ataque. El terrorista ha sido identificado como Redouane Lakdim, un hombre de 26 años de origen marroquí, que estaba fichado por las autoridades francesas aunque no lo consideraron capaz de llevar a cabo una acción como la de este viernes.
“Nuestro país ha sufrido un ataque terrorista islámico”, ha afirmado el presidente francés, Emmanuel Macron.
Antes del ataque al establecimiento, el hombre asaltó en Carcasona a los ocupantes de un vehículo para robarlo, mató a un ocupante y dejó herido al conductor. Posteriormente, el individuo disparó seis balas desde el interior del coche robado contra cuatro policías del cuerpo CRS -antidisturbios- que iban de civil y regresaban de hacer ‘jogging’. Uno de los agentes resultó herido en un hombro.
Después, alrededor de las 11:15 horas, el atacante penetró al grito de “Alá es el más grande” en un supermercado de la cadena U en una zona residencial lleno de clientes que hacían las compras para el fin de semana. Allí mató a dos personas más, un cliente y un empleado. Mientras los otros rehenes lograron escapar, el atacante retuvo a una mujer, de acuerdo con la explicación del ministro francés del Interior, Gérard Collomb.
El terrorista de Trèbes, que iba armado con una pistola y actuó solo, exigía la liberación de Salah Abdeslam, el único superviviente del comando yihadista que realizó los mortíferos atentados de París, el 13 de noviembre del 2015, en los que murieron 130 personas, según una información de la cadena BFM. Abdeslam, que había jurado lealtad a Estado Islámico, fue detenido en Bruselas en marzo del 2016. El grupo terrorista reivindicó horas después a través de la agencia de noticias afiliada a los yihadistas, Amaq, la autoría del ataque, al reconocer a Lakdim como uno de sus “soldados”.
Un gendarme se cambió de forma voluntaria por un rehén durante el secuestro
Un g endarme se cambió de forma voluntaria por la mujer y único rehén que quedaba del secuestro y resultó gravemente herido en la operación policial en la que el terrorista fue abatido, informó el ministro francés de Interior. Este teniente coronel cuadragenario de la Gendarmería protagonizó “un acto de heroísmo”, dijo el ministro al detallar a la prensa el desarrollo de la intervención del Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN) y destacar el valor del efectivo en esta acción.
Además de asumir el riesgo de entrar en el supermercado, el gendarme entró en el supermercado con su teléfono móvil (celular) y lo dejó con la línea abierta para que los agentes del GIGN que se encontraban en el exterior pudieran escuchar en directo todo lo que ocurría dentro.De hecho, fue ese teléfono el que desencadenó el asalto final de ese cuerpo de elite de la Gendarmería, cuando escucharon una detonación y entendieron que el secuestrador estaba utilizando su arma.
En ese asalto, Lakdim murió por los disparos del GIGN, dos de cuyos miembros resultaron heridos, al igual que el teniente coronel de la Gendarmería, que se debate entre la vida y la muerte.
Lakdim, residente en Carcasona, era un “delincuente común” de 26 años de quien las autoridades no pensaban que se había radicalizado, explicó Collomb, quien catalogó al terrorista como “pequeño traficante” que decidió actuar de manera solitaria. Si bien estaba incluido en el fichero de potenciales radicales, Collomb explicó que el autor de los ataques era un “pequeño delincuente conocido por posesión de estupefacientes”, pero que “no se podía decir que iba a pasar a la acción”.
El Fiscal de París añadió que Lakdim estuvo bajo el radar de la policía entre 2016 y 2017 por sus vínculos con el salafismo – el movimiento reformista e integrista del Islam y marco ideológico de la yihad global-, pero nada hizo sospechar que representara una amenaza para la seguridad del país.
Lakdim estuvo bajo el radar de la policía entre 2016 y 2017 por sus vínculos con el salafismo
Tras haber concluido el ataque, la Gendarmería llevó a cabo el registro presuntamente en el apartamento donde residía Lakdim, en el distrito de Ozanam, en Carcasona. La policía detuvo a una mujer relacionada con el atacante.
Lakdim era un “delincuente común” de 26 años de quien las autoridades no pensaban que se había radicalizado
Desde el ataque cometido contra el semanario satírico Charlie Hebdo, el 7 de enero de 2015, Francia ha sufrido 13 atentados de cariz yihadista con víctimas mortales. El último sucedió en la estación de trenes de Marsella el 1 de octubre pasado. Sumando todos ellos, más de 240 personas han perdido la vida en ataques perpetrados por asaltantes que habían jurado lealtad o se inspiraron en el Estado Islámico, lo que sitúa a Francia como uno de los principales blancos del Estado Islámico.
Este nuevo atentado muestra que el país no puede descansar tranquilo y que, como afirmó el presidente francés en una comparecencia ante los medios, “la amenaza sigue siendo elevada”. Para Macron, Francia afronta ahora un peligro “endógeno” debido a la debilidad del EI en su feudo de Siria e Irak. Se trata, explicó, de individuos que “pueden estar influidos por el EI u otras fuerzas exteriores” y no de “ofensivas dirigidas desde la zona de Irak y Siria”, como en el pasado.
Macron, que participaba en la cumbre europea de Bruselas, adelantó su regreso a París para presidir una célula de crisis junto al primer ministro francés, Edouard Philippe, quien anuló parte de una visita a la ciudad de Mulhouse. Ya en París, se comprometió a poner al servicio de los investigadores “todos los medios” necesarios para aclarar “cuándo y cómo” se radicalizó este terrorista y dónde se hizo con el arma. “Cada conciudadano tiene que ser consciente de la gravedad de la amenaza terrorista, pero también tiene que ser consciente de la fuerza y la resistencia que nuestro pueblo ha mostrado cada vez que ha sido atacado”, agregó.
Las medidas de vigilancia excepcionales puestas en marcha tras los atentados de noviembre de 2015 han permitido frustrar una treintena de atentados y han facilitado casi 5.000 registros en los que se han confiscado más de 600 armas, de acuerdo con la agencia Efe.