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Miles de estadounidenses salieron de nuevo a las calles para protestar contra la violencia policial y el racismo y para pedir justicia para George Floyd.

En Nueva York las marchas se desarrollaron sin incidentes, aunque muchos manifestantes volvieron a desafiar el toque de queda.

La polémica llegaba de la mano del presidente estadounidense, Donald Trump, al asegurar que era “un gran día” para George Floyd, en el momento de presentar la bajada del paro.

La Casa Blanca dice que es una “falsa” interpretación, asegurando que Trump habló claramente de la lucha por la justicia y por un trato justo.

“Independientemente de la raza, el color, el género o el credo. Tienen que recibir un trato justo de la policía. Tienen que recibirlo. Todos vimos lo que sucedió la semana pasada. No podemos permitir que eso suceda. Con suerte, George (Floyd) nos está mirando desde ahí arriba en este momento y pensando que lo que está sucediendo en este país es algo grandioso. Es un gran día para él y para todos”, declaraba Donald Trump, presidente de Estados Unidos.

Entre los más críticos con Trump, su rival demócrata en la carrera hacia la Casa Blanca, Joe Biden: “Las últimas palabras de George Floyd: ‘no puedo respirar, no puedo respirar’, han resonado por todo nuestro país y por todo el mundo. Que el presidente trate de poner cualquier otra palabra en boca de George Floyd, francamente creo que es despreciable”.