La tecnología ultravioleta extrema, también conocida como EUV, apareció hace casi dos décadas, pero es ahora cuando está viendo la luz.
Se trata de una técnica de litografía -impresión de chips, en este caso- que promete hacer que nuestros smartphones sean más rápidos, ecológicos y eficientes.
Samsung, la empresa que más celulares vende en todo el mundo, quiere mantenerse a la cabeza de sus competidores gracias a ella.
“Hemos comenzado la producción de chips de 7nm (nanómetros) con litografía ultravioleta extrema”, anunció hace unos días en su sitio web la compañía.
Ese tipo de chips serán clave para el 5G, la inteligencia artificial, el internet de las cosas y la automoción, entre otras tecnologías del futuro, dijo la firma surcoreana.
Según Charlie Bae, vicepresidente ejecutivo del equipo de ventas y marketing de Samsung Electronics, la compañía espera “liderar una revolución” y darles a sus clientes “la oportunidad de mejorar significativamente sus productos”.
Samsung sería el primer fabricante de procesadores en utilizarla. Pero ¿cómo funciona esta tecnología y por qué dicen que es revolucionaria?
Más rendimiento, menos energía
Hay otras compañías, como Apple o Huawei que usan chips de 7nm. Este tipo de chips suelen fabricarse usando una tecnología llamada ArF, un proceso tradicional que se utiliza desde hace años para diseñarlos.
Pero Samsung ha dicho que para fabricar los suyos usará EUV. Y eso puede considerarse un hito porque hasta ahora nadie lo había hecho.
El sistema resulta muy costoso debido a la infraestructura que se requiriere: desde fuentes de luz, hasta lentes, mascaras y varias herramientas de litografía, así como máquinas de enorme tamaño.
Tal vez por eso esta tecnología está tardando tanto en llegar al mercado.
La principal diferencia de la ultravioleta extrema con otro tipo de procesos para fabricar chips es que permite usar una sola capa para diseñarlos. La tecnología ArF, sin embargo, requiere cuatro capas.
Y eso hace que la tecnología pueda volverse más rápida y eficiente.
De acuerdo con Samsung, le permitirá reducir hasta un 50% en el gasto de energía, ganar un 20% en rendimiento y usar una superficie un 40% más pequeña, en comparación con la tecnología anterior.
Los chips se fabrican con luz, la cual se proyecta en el silicio a través de unos espejos.
La clave está en la longitud de onda. Y es que la litografía EUV utiliza luz ultravioleta con una longitud de onda extremadamente pequeña, lo cual permite que sea mucho más rápida.
Samsung dice que está produciendo sus nuevos chips, a los que ha llamado 7LPP EUV, en una planta en Corea del Sur, y que espera implementar una segunda línea de producción hacia el año 2020.
En su página web, la empresa surcoreana explica que lleva desde el año 2000desarrollando tecnología EUV.
Jack Purcher, editor del blog tecnológico Patently Apple, asegura que “Samsung ha estado tratando de recuperar parte del negocio de procesadores de Apple y al dar el salto a la tecnología EUV pensó que podría darle un mordisco” a la compañía de la manzana.
Según Purcher, la tecnología ultravioleta extrema abrirá la puerta a una nueva generación de aplicaciones y centros de datos.
Del tamaño de un autobús
“La comercialización de la tecnología EUV es una revolución para la industria de los semiconductores”, dijo Peter Jenkins, de ASML Holdings, una empresa holandesa que fabrica chips y microprocesadores.
Pero se está demorando más de la cuenta. Las promesas de que estaría lista hacia 2015 no se cumplió.
Algunos especialistas aseguran que permitirá fabricar microprocesadores mucho más potentes.
“Las tarjetas de memoria podrían almacenar hasta 1.000 veces más de información“, dijo la periodista tecnológica Margaret Rouse.
Lo que muchos se preguntan es si las empresas estarán dispuestas a hacer esa inversión.
ASML dijo en un comunicado que espera vender unas 20 máquinas litográficas de EUV este año y otras 30 en 2019, más del doble de su producción anual actual.
Sus clientes son gigantes tecnológicos como Samsung e Intel. Las máquinas que vende también son gigantes: cada una de ellas cuesta más de US$120 millones y tiene el tamaño de un autobús urbano.