Tras cinco meses por el coronavirus, dos de las atracciones icónicas de Río de Janeiro, el Cristo Redentor y el Pan de Azúcar, reabrieron este sábado en la ciudad brasileña, pese a que a la enfermedad continúa su avance desenfrenado en Brasil, el segundo país con más casos y muertes por el brote en el mundo.
Turistas y residentes cariocas pueden volver a visitar los sitios más buscados de la capital fluminense, que ha apostado en descuentos y un estricto protocolo de seguridad para atraer y reconquistar la confianza de los visitantes en medio de la pandemia, que ya deja más de 106.000 muertos en el país.
Las atracciones ya tenían el permiso para retomar las actividades desde julio, en medio de la “nueva normalidad” que vive Río desde hace mes y medio, pero decidieron esperar un mes más por cuestiones de seguridad.
Las principales atracciones turísticas de Río volvieron a recibir a turistas y locales.
“Es una experiencia diferente, con nuevos protocolos, pero es una emoción enorme poder vislumbrar la ciudad de nuevo desde aquí arriba”, dijo la pedagoga Talita Rosa Mansur, quien se atrevió a dejar su residencia para matar la nostalgia del Cristo Redentor, cerrado desde mediados de marzo.
Situado en la cima del cerro del Corcovado en el Parque Nacional de la Tijuca, el santuario del Cristo Redentor regala a los visitantes una vista panorámica de la ciudad y había suspendido sus actividades en marzo, cuando entraron en vigor las medidas de distanciamiento social impuestas para frenar el contagio del virus.
El ministro brasileño de Medio Ambbiente, Ricardo Salles, pronuncia un discurso durante la reapertura. (Foto:EFE/ Antonio Lacerda)
Para la reapertura, El Cristo, el Pan de Azúcar, el Acuario y la rueda gigante, entre otras atracciones turísticas de la ciudad, tuvieron que adoptar una serie de rigurosas medidas de seguridad.
Horarios de funcionamiento restringidos, número reducido de visitantes, obligatoriedad del uso de mascarillas, disponibilidad de alcohol en gel, respeto al distanciamiento social y reserva previa para las visitas son algunos de los protocolos adoptados en la “nueva normalidad”.
Asimismo, decenas de militares han realizado una minuciosa desinfección de todas las instalaciones de las atracciones esta semana y orientado a los funcionarios sobre el mantenimiento de la limpieza.
Vista aérea del Cristo del Corcovado, en Río de Janeiro. (Foto: EFE/ Antonio Lacerda)
La “Ciudad Maravillosa”, que contabiliza casi 9.000 muertos y 80.000 casos confirmados del nuevo coronavirus, da así un paso más en su acelerado proceso de reapertura, pese a la todavía preocupante situación en el estado de Río de Janeiro.
“La reapertura del Cristo simboliza la reapertura de Brasil al turismo, al desarrollo, al cuidado ambiental, a toda preocupación social que el presidente (Jair Bolsonaro) ha tenido desde el inicio”, dijo el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, en la ceremonia de reapertura del emblemático Cristo Redentor.
Si por un lado el retorno de los puntos más emblemáticos de Río ha provocado la desconfianza de muchos, por otro la decisión fue celebrada por decenas de turistas, quienes no dudaron en acudir a los puntos más concurridos de la ciudad y disfrutar del caluroso día de sol.
La ciudad reabrió sus principales sitios turísticos con estrictas medidas de seguridad. (Foto: EFE/ Antonio Lacerda)
“Quise traer mi esposo inmediatamente porque él nunca había visto el Cristo. También porque quería recordar cómo era, pues la última vez que vine yo era una niña”, señaló Tábata Chagas da Mata, de 23 años.
Mientras que centenas de cariocas disfrutaban el día en las playas de Copacabana, Ipanema y Leblon, decenas de personas esperaban ansiosamente en largas colas a las puertas del cerro del Pan de Azúcar desde primera hora de la mañana para su turno en el emblemático teleférico, que conduce a una de las vistas más impresionantes de la ciudad.