Por primera vez en cuarenta y dos años seguidos de vida democrática, el presidente de la República saliente no estará presente en el discurso del nuevo mandatario Luis Abinader.
Tras la caída de la dictadura de Rafael Trujillo, en 1961, el primer traspaso de mando entre presidentes se produjo en el año 1978, cuando don Antonio Guzmán recibió el poder de Joaquín Balaguer.
Desde ahí y hasta hoy, la tradición democrática nacional ubicaba siempre al presidente a entregar la banda presidencial y luego escuchar el discurso del nuevo mandatario.
Así sucedió en el 1982, cuando Jacobo Majluta entregó el poder a Salvador Jorge Blanco; lo mismo en el 1986, cuando Jorge le entregó a Joaquín Balaguer; en 1996, Balaguer a Leonel Fernández; en el 2000, Leonel a Hipólito Mejía.
También en el 2004, Hipólito a Leonel Fernández; y en el 2012, de Leonel Fernández a Danilo Medina.
En el caso actual, donde Danilo Medina debería participar de los actos de traspaso de mando a Luis Abinader, se da una situación particular: en el año 2016, cuando Medina le derrotó con un histórico 62% de los votos, el hoy presidente electo nunca reconoció su derrota.
A pesar de esto, la misma noche del 5 de julio pasado, cuando Abinader se alzó con la victoria, el mandatario dominicano le llamó por teléfono para congratularle e invitarle al Palacio Nacional, para coordinar todo el proceso transición de las instituciones.
Desde entonces han coordinado la aprobación de un estado de emergencia por 45 días y han sostenido coordinaciones para enfrentar la crisis del coronavirus en el país.
FUENTE: LISTÍN DIARIO