El Mayón, situado en la provincia de Albay a unos 350 kilómetros al sureste de Manila, ha amanecido con una primera erupción a las 6.02 hora local (22.02 GMT del martes), que generó abundantes ríos de lava y una columna de gases y cenizas de 5 kilómetros de altura. Cuatro horas después hubo una segunda de magnitud similar acompañada de fuertes estruendos, informó a Efe el especialista Winchelle Sevilla de la agencia vulcanológica de Filipinas (Phivolcs), que advirtió del riesgo de que se produzcan erupciones más potentes en los próximos días.
Tras aumentar la frecuencia de las erupciones desde el lunes, las autoridades elevaron el nivel de alerta de tres a cuatro, que considera posible una explosión peligrosa en las próximas horas o días, y ampliaron la zona de exclusión a un radio de 8 kilómetros desde el cráter.
Un total de 60.821 personas de 16.326 familias que residían en la zona de peligro han sido evacuadas y la mayoría se encuentran en una treintena de refugios de la región, según datos facilitados a Efe por la Oficina de Defensa Civil de la provincia de Albay. “Hemos pedido a los evacuados no regresar a la zona de peligro bajo ningún concepto”, explicó el representante de Phivolcs.
Las escuelas permanecen cerradas en 17 ciudades de Albay y Camarines (una provincia aledaña), que también se ha visto afectada por la nube de cenizas provocada por la erupción. Cerca de 60 vuelos se han visto cancelados debido al volcán, que es el de mayor actividad de Filipinas. Las erupciones han afectado en total a 54 localidades de Albay, que tiene una población de 71.373 personas.
Sevilla indicó también que los ríos de lava emanados del cráter superan ya los 3 kilómetros de longitud y el flujo piroclástico, fragmentos de materiales heterogéneos arrastrados por la colada, se ha abierto paso hasta 5 kilómetros de distancia del cráter.