Los ojos de los amantes de la tecnología de todo el mundo estarán puestos este martes en El Salvador. El pequeño país de poco más de 6,4 millones de habitantes se convertirá en el primero del mundo en adoptar el Bitcoin como moneda legal, como estipula una ley que fue aprobada de manera exprés en junio pasado por un Parlamento controlado por el partido del presidente Nayib Bukele, sin dar muchas explicaciones a los salvadoreños. La decisión de legalizar la circulación de esa moneda, que junto al dólar estadounidense será la divisa oficial, se produjo unos días después de que el mandatario anunciara su plan en una conferencia internacional sobre dinero virtual celebrada en Miami.
Frente al entusiasmo con el que el Gobierno de Bukele ha promovido el uso de la moneda virtual, una medida muy bien acogida en el mundo geek internacional, muchos salvadoreños ven con preocupación cómo su país se convertirá en un laboratorio mundial de la cibermoneda, con la incertidumbre que eso supone. Además, las reglas de funcionamiento no están del todo claras. El presidente dijo que el uso del Bitcoin será opcional, pero en el texto de la ley se lee que “todo agente económico” está obligado a aceptarla “como forma de pago cuando así le sea ofrecido por quien adquiere un bien o servicio”.
Según ha explicado el mandatario, para poder usar la moneda virtual, los salvadoreños deberán descargarse una cartera virtual denominada ‘Chivo Wallet’ (una palabra que en ese país se usa para describir algo “chévere” o “guay”). Con esa aplicación, los ciudadanos podrán sacar dólares de los 200 cajeros automáticos (’puntos Chivo’) que el Gobierno ha instalado en todo el país. Además, quienes se instalen la aplicación en sus celulares recibirán un bono equivalente a 30 dólares en Bitcoin, que no se podrán convertir en dólares.
La ley indica, además, que el tipo de cambio entre esas dos monedas “será establecido libremente por el mercado”, lo que ha generado preocupación entre ciudadanos y expertos por la volatilidad de una moneda que no es de uso oficial en ningún otro país del mundo. Bukele sigue gozando de unos niveles de popularidad altísimos, por encima del 70%, pero la decisión de adoptar el Bitcoin, que anunció en una conferencia en Miami y en inglés, ha generado las suspicacias dentro y fuera del país.
Varias encuestas publicadas en las últimas semanas muestran que la mayoría de la población rechaza la medida, entre ellas una del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana que indicaba que el 66,7 % de los salvadoreños creía que la Ley Bitcoin debía ser derogada. Además, el 78,3% de los ciudadanos dijeron no estar interesados en descargar la ‘Chivo Wallet’, mientras que el 71,2 % aseguró que prefería utilizar el dólar.PUBLICIDAD
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Por otra parte, distintos grupos de ciudadanos han salido a las calles para pedir la derogación de una medida que consideran impuesta y que generará “inseguridad jurídica” y “podría ser utilizada para estafar a los usuarios y facilitar el lavado de dinero y activos”, como dijo Idalia Zúniga, del Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular, en una de esas protestas.
Bukele argumenta que la adopción de la criptomoneda beneficiará económicamente a los salvadoreños, especialmente a quienes reciben remesas del extranjero. En agosto, el mandatario señaló que los ciudadanos de su país en el exterior pagan anualmente “400 millones de dólares en comisiones” para enviar dinero a sus familiares. “Solo ese ahorro será un beneficio enorme para nuestra gente (o al menos para quien así lo desee)”, escribió en su cuenta de Twitter.
Según fuentes oficiales, las remesas benefician a 1,63 millones de ciudadanos. Solo en 2020, los envíos de los salvadoreños en el exterior sumaron más de 5.900 millones, lo que representa más del 20% del producto interior bruto del país. Y mientras que los salvadoreños que mandan y reciben remesas navegan en la incertidumbre sobre cómo será su uso, Bukele, que continúa recibiendo críticas de la comunidad internacional por sus golpes de autoritarismo, opta por achacar las críticas exclusivamente a sus rivales políticos.
“La oposición torpe siempre juega ajedrez de un paso. Han apostado todo a meterle miedo a la población sobre la Ley Bitcoin y puede que logren algo, pero solo hasta el 7 de septiembre. Una vez en vigencia, la gente verá los beneficios, quedarán como mentirosos y perderán doble”, escribió el mandatario en Twitter a finales de agosto. Este lunes, en esa misma red social, ha comenzado a calentar el terreno para la implementación de la moneda con mensajes en los que, nuevamente en inglés, anuncia la compra de las 200 primeras monedas de Bitcoin. “Mañana, por primera vez en la historia, todos los ojos del mundo estarán en El Salvador. El Bitcoin lo ha hecho”, ha escrito en otro de sus tuits.