El Gobierno del Reino Unido anunció este lunes que se prohibirá a las compañías de telecomunicaciones del país instalar nuevos equipos 5G de Huawei a partir de septiembre de 2021, recoge Reuters.
Las únicas excepciones serán para aquellas empresas que ya estaban utilizando equipos de Huawei al implementar redes 5G.
Previamente, en julio, el ministro británico de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes, Oliver Dowden, informó que el Gobierno decidió prohibir la compra de nuevos equipos para redes 5G producidos por Huawei a partir del 31 de diciembre, al tiempo que los equipos y componentes de la compañía china ya instalados en las redes 5G en territorio británico serán retirados para el año 2027.
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La medida significa que cualquier empresa de telecomunicaciones que haya almacenado equipos de Huawei antes de la fecha límite, no podrá usarlos para implementaciones de 5G a largo plazo. Según el periódico Financial Times, algunas empresas han estado almacenando ese tipo de equipos desde el verano.
El anuncio del lunes fue antesala para un debate en el Parlamento sobre la nueva legislación de telecomunicaciones, que prevé multas de hasta 100.000 libras (más de 133.000 dólares) si las empresas rompen la prohibición.
“Estoy estableciendo un camino claro para la eliminación completa de los proveedores de alto riesgo en nuestras redes 5G”, declaró Dowden, y agregó que esto “se hará a través de poderes nuevos y sin precedentes para identificar y prohibir los equipos de telecomunicaciones que representen una amenaza para la seguridad nacional”.
El Gobierno británico también anunció una nueva estrategia para diversificar la cadena de suministros de 5G, que consiste en una inversión inicial de 250 millones de libras (más de 333 millones de dólares), junto con pruebas en colaboración con la firma japonesa NEC y el establecimiento de nuevas instalaciones de investigación.
Varios aliados de EE.UU. han suspendido sus planes de colaboración con Huawei para el desarrollo del 5G, como resultado de presiones de Washington que aseguran que esa compañía tiene vínculos con el Gobierno chino y, por lo tanto, representa una amenaza para la seguridad de otros países. Tanto Huawei como Pekín han rechazado esas acusaciones, indicando que las causas de la medida no son sino la competencia tecnológica y la guerra comercial.