Los plásticos son útiles y ubicuos, pero no siempre es una buena combinación. La gran mayoría de los residuos plásticos no se pueden reciclar, lo que significa que terminan en vertederos en el mejor de los casos o en el peor de los océanos. Para ayudar a frenar el problema, los investigadores del Laboratorio de Berkeley ahora han diseñado un nuevo tipo de plástico que aparentemente puede reducirse a sus partes moleculares, antes de ser rehecho una y otra vez.

Según las Naciones Unidas, cada año se producen unos 300 millones de toneladas de residuos plásticos. No es sorprendente, entonces, que esta basura haya encontrado su camino hacia las partes más profundas de los océanos, esté avanzando en la cadena alimentaria e incluso pueda dejar una huella indeleble en el registro geológico de la Tierra.

Con la creciente conciencia del problema, estamos viendo prohibiciones de los plásticos de un solo uso, los enormes proyectos de limpieza del océano y los usos creativos de los residuos plásticos recuperados, como convertirlos en cosas tan variadas como carriles para bicicletas, zapatos, instalaciones de arte y combustible diesel.

Incluso con todas esas opciones sobre la mesa, la mayoría de los residuos plásticos terminan en vertederos o incineradores, y eso se debe en gran parte a que el plástico es un material difícil de reciclar.

El problema es que los diferentes tipos de plásticos, ya sean duros o blandos, de colores brillantes o transparentes, generalmente se reciclan juntos. Eso significa que todos se combinan en una nueva sustancia con algunas propiedades relativamente impredecibles.

Entonces, en lugar de diseñar un plástico basado en su vida útil, el equipo del laboratorio de Berkeley se centró en su vida futura. La nueva creación, llamada poli (dicetoenamina) o PDK, puede reducirse de nuevo a sus partes moleculares constituyentes y luego volver a ensamblarse según sea necesario.

“La mayoría de los plásticos nunca fueron hechos para ser reciclados”, dice Peter Christensen, autor principal del estudio. “Pero hemos descubierto una nueva forma de ensamblar plásticos que tiene en cuenta el reciclaje desde una perspectiva molecular”.

Los bloques de construcción más básicos de los plásticos son las moléculas llamadas monómeros, que se unen estrechamente entre sí en polímeros y se mezclan con otros aditivos químicos.

Normalmente, esos enlaces son difíciles de romper, pero los monómeros en plástico PDK están diseñados para desintegrarse más fácilmente, lo que les permite reconstruirse en algo nuevo.

“Con los PDK, los enlaces inmutables de los plásticos convencionales se reemplazan con enlaces reversibles que permiten que el plástico se recicle de manera más efectiva”, dice Brett Helms, investigador principal del estudio.