Una pintura de la Mona Lisa colgaba sobre una chimenea en un departamento de Londres en la década de 1960. ¿Es esta imagen no solo de Leonardo Da Vinci, sino también una versión anterior del famoso retrato que se exhibe en el Museo del Louvre en París?
Algunas personas están convencidas de que es así, y más de 50 años después, estalló una intensa batalla tanto por la propiedad de la imagen como por la evidencia sobre quién la pintó.
La llamada “Mona Lisa, la versión anterior“ (o Mona Lisa de Isleworth) está en el centro de un misterio que involucra a paraísos fiscales en El Caribe, las bóvedas de bancos suizos, un secreto consorcio internacional y al Sherlock Holmes del mundo del arte.
Entonces, ¿es genuina? ¿Quiénes son los propietarios legítimos? ¿Y podría el retrato en el centro de este misterio al estilo del Código Da Vinci valer cientos de millones de dólares?
Un caso judicial que se lleva a cabo esta semana en Italia finalmente puede ayudar a arrojar algo de luz sobre las respuestas a estas preguntas.