Las grandes potencias ponen las líneas rojas y Ucrania los muertos. Rusia repitió ayer el aviso a la región occidental –vía principal de entrada de armamento– al destruir una estación de televisión próxima a Rivne, una de esas ciudades que parecían a resguardo, a un centenar de kilómetros de la frontera con Polonia. El balance oficial es de nueve muertos.

Un día después de arrasar una base militar en Lviv, dos misiles rusos destruyeron con precisión una torre de televisión en Rivne. La zona es un nudo de comunicaciones y, en consecuencia, puerta de entrada del armamento exterior que tanto urge el Gobierno ucraniano. Moscú ya trazó el sábado una línea roja, el color de moda del conflicto: se arroga el derecho a destruir cualquier remesa, con el sobrentendido de no hacerlo en territorio de la Alianza Atlántica, cuya línea roja es no combatir en Ucrania pero que se vería obligada a activar el artículo cinco en caso de ataque a un estado miembro (léase Polonia). Jugando con fuego…

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Voluntarios socorren a un hombre herido en el ataque a un edificio de viviendas de Kyiv GLEB GARANICH / Reuters

“Me gustaría decir que sí, pero no todo va tan rápido como nos gustaría”, ha admitido Viktor Zolotov, jefe de la Guardia Nacional y uno de los integrantes del círculo íntimo de Vladímir Putin.

Aparte de enmendar así al ministro de Defensa –al presidente ruso le gusta que nadie se sienta seguro en el cargo, un juego propio de todo sátrapa–, las palabras de Zolotov parecen ajustarse a los hechos y, al mismo tiempo, ponen en evidencia la peligrosidad de un ejército que no avanza como esperaba, lo que aumenta las dudas sobre su efectividad y los riesgos de su impaciencia.

Si el castigo inesperado a escala nacional recayó ayer en Rivne, el asignado a Kyiv eligió un edificio de apartamentos modesto de una zona modesta del norte de la capital, resultando muerto uno de sus modestos habitantes, balance “milagroso” al tratarse de un edificio de nueve plantas y visto el radio de los destrozos. Los bomberos rescataron a los contados habitantes del bloque, incluyendo a modo de estampa trágica una anciana con dificultades evidentes de movilidad.

Dos misiles destruyen una antena de televisión y matan a nueve personas en una zona próxima a Polonia

Más de la mitad de la población de Kyiv, tres millones de habitantes, ha abandonado la capital, en cuyas calles vacías solo se ven caminando personas mayores con la cesta de la compra del día.

La explosión, perceptible en todo Kyiv, bastó para reforzar la tesis de que la capital es el gran objetivo ruso, allí donde se concentra el grueso de los 190.000 soldados desplegados en todo el territorio.

La capital simboliza Ucrania y su presidente, Volodímir Zelenski, simboliza la resistencia, confirmado ya que sigue en su puesto y su ciudad, desde donde a diario envía mensajes de consumo doméstico –siempre optimistas– y de uso externo, llamados a mantener la mala conciencia occidental en este conflicto binario, muy al gusto de los tiempos. O a bajar la moral del enemigo, como en su última comunicación, en la mañana de este martes, donde ha asegurado que el Ejército ruso ya “ha perdido más” en veinte días de invasión en Ucrania que en las dos “sangrientas guerras de años en Chechenia” (1994-1996 y 1999-2000). 

https://www.lavanguardia.com/internacional/20220315/8124812/kremlin-lentitud-avances-golpea-cerca-polonia.html?jwsource=cl