Las horas de vuelo acumuladas y las siempre complicadas condiciones de mantenimiento en el campo de batalla afectan en gran medida a los cazas y helicópteros. Aunque son los escenarios para los que han sido diseñados en última instancia, algunos fallos o puntos débiles aparecen solo cuando se llevan algunos parámetros al extremo. Esto mismo le está ocurriendo al helicóptero Ka-52 Caimán, el más avanzado dentro de las filas rusas, con problemas derivados de las vibraciones.

Tal y como se puede apreciar en algunas imágenes, el propulsor que alimenta al doble rotor del Caimán ha producido que algunas unidades pierdan parte del carenado del tren de aterrizaje principal, según Defence Blog. Si bien la pérdida del carenado supone un problema menor a corto plazo, las vibraciones pueden fatigar materiales y desgastar juntas de elementos de vuelo más importantes.

El problema podría venir debido a una falta de mantenimiento o una fabricación de base deficiente. Es posible que se produzca debido fallo en el montaje del rotor de la aeronave; multiplicándose debido a la gran velocidad con la que gira, realizando un movimiento excéntrico que puede acarrear daños importantes.