En los meses de septiembre y octubre de 2017, un huracán de categoría 5 azotó las costas de Puerto Rico. Algunas estimaciones aseguran que los estragos provocados por este desastre natural ascienden a más de 100.000 millones de dólares y la reconstrucción de la isla podría tardar entre 365 días y un siglo.
Lo cierto es que tras el paso del huracán María, miles de ciudadanos puertorriqueños han optado por abandonar su país natal, pues tenían que esperar muchas horas para conseguir gasolina, dinero en efectivo, hielo e, incluso, un boleto de avión para guarecerse en otro país.
El diario The Washington Post informó que, incluso antes de que el huracán María devastara la región, un número récord de puertorriqueños abandonaron la isla. Se estima que cerca de 500.000 personas salieron de este país durante la última década, de acuerdo con datos del Pew Research Center.
Sin electricidad o agua potable
Según cifras del Gobierno de Puerto Rico que recoge el rotativo, a finales de este año se espera que alrededor de 200.000 residentes más se muden a ciudades como Florida, Nueva York, Texas, Pensilvania, Nueva Jersey y Nueva Inglaterra, en EE.UU., lo que equivaldría a una caída de más del 5% de la población de la isla.
Se estima que cerca de 58.000 viviendas han sido reconstruidascon techos de lonas azules mientras esperan la ayuda del Gobierno Federal. Asimismo, más de 437.000 residentes han recibido recursos económicos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias por concepto de reparaciones en el hogar.
Cabe mencionar que tan solo en esta semana, un corte en el suministro de energía dejó a casi 900.000 residentes de la ciudad capital de San Juan y sus alrededores en la penumbra y sin acceso a agua potable. A este caso, se suman los miles de puertorriqueños que no cuentan con electricidad desde que ocurrió el huracán hace cinco meses, según relató el mismo medio.
Según el citado medio, algunos especialistas consideran que, tras el paso de este desastre natural, se produjo “el éxodo más grande de la historia de Puerto Rico”, el cual se caracteriza por el abandono de grandes grupos de personas con el objetivo de “lograr una sensación de normalidad” en sus vidas, lo que complicará aún más la reconstrucción de la isla.