El cura australiano Gerald Ridsdale, de 83 años, que ya está cumpliendo una pena de prisión por abusos sexuales a menores, fue condenado el jueves a otros 11 años por abusar de 12 niños. El tribunal asegura que Ridsdale, el pederasta en serie más conocido de Australia, “no tenía límites” y ya está comprobado que abusó de más de 65 personas en la escuela Saint Alipius en Ballarat. Este centro es calificado por la prensa local como “paraíso de pederastas”, donde cinco de sus seis profesores fueron relacionados y condenados con casos de abusos.

“Sus acciones fueron violentas y abusivas. Se aprovechó de su posición de poder y de confianza con los demandantes”,

ha dicho la juez Irene Lawson del tribunal del distrito de Victoria, citada por el periódico Herald Sun de Melbourne. “Siempre supo que lo que estaba haciendo estaba mal. No tenía límites, llevando a cabo abusos en su iglesia, en el confesional y en varios presbiterios”, añadió.

Con esta nueva condena Ridsdale suma abusos a un total de 65 personas. El cura está en prisión desde 1994 e iba a optar a la libertad condicional en 2019, un periodo que con la nueva sentencia se alarga hasta 2022. El tribunal subraya que una de las personas de las que abusó fue una joven dejada por su padre en el altar de una iglesia y que luego Ridsdale violó.

En 2012 el gobierno australiano puso en marcha una comisión especial para investigar casos de abusos sexuales a menores en todo el país, cometidos en iglesias, orfanatos, escuelas o gimnasios. Un total de 4.444 casos fueron denunciados entre 1980 y 2015.

Las denuncias acabaron alcanzando al cardenal George Pell, consejero directo del papa Francisco, declaró como imputado por presuntos abusos a menores el 18 de julio en Australia, donde oficialmente miles de casos denunciados entre 1980 y 2002 implican al 7% de los sacerdotes del país