EE.UU. desarrollará municiones calibre 6,8 mm para para contrarrestar los avances tecnológicos en el ámbito militar de Rusia y China, informa el portal especializado en tecnología Popular Mechanics.
Las armas que utilizan hoy los soldados estadounidenses —desde los cásicos fusiles de asalto M16 como las carabinas de la familia M4— disparan municiones de 5,56 mm. Y en el Pentágono temen que estas resulten inseficientes contra los nuevos chalecos antibala de fabricación rusa y china.
El nuevo tipo de cartucho de mayor diámetro tendrá capacidad para albergar más pólvora, con lo cual logrará mayor presión por pulgada cuadrada durante el disparo.
A su vez, esto se traduce en mayor poder de fuego y más velocidad para la bala, que de esa manera podrá penetrar mejor diversos materiales de blindaje, incluyendo los de acero y los cerámicos.
Estas municiones serán utilizadas en nuevos modelos de armas que, según se prevé, remplazarán a las carabinas automáticas M4A1 y las ametralladoras M249. En este momento ya existen tres compañías diferentes interesadas en participar en este proyecto.
Así, General Dynamics se propone desarrollar vainas de materiales compuestos ligeros. Mientras que Textron apuesta por un tipo de munición telescópica en las que la bala se encuentra dentro de un cartucho de plástico liviano. Y Sig Sauer, a su vez, trabaja en una versión híbrida de cartucho hecho de latón y acero.
Se estima que los militares estadounidenses estén equipados con las municiones del nuevo calibre para el 2023.
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