Las declaraciones realizadas por el Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Haití ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas siguen despertando asombro y decepción en la opinión pública. La situación en general está bajo control, dijo el ministro asistido por dos ex cancilleres que se han convertido en embajadores de Haití ante la ONU y en Washington.
En una foto y una frase pudimos ver la flor y nata de la diplomacia haitiana y conocer el fondo del pensamiento de nuestros líderes. Madame la Marquise todo está bien. Durante este tiempo, sin violencia alguna, se respetó la segunda jornada de huelga iniciada por los sindicatos. Las calles estaban vacías, comercios y administraciones públicas mantenían sus puertas cerradas. Los hospitales, uno tras otro, en todo el país están anunciando el cierre de servicios o de sus puertas.
El hambre ha alcanzado proporciones sin precedentes. En Port-au-Prince, no hay suficiente dinero para hacer frente. En provincias, la lista de productos imposibles de rastrear es cada vez más larga. Los campesinos ven pudrirse sus cosechas. Imposible transportarlos al principal mercado del país: Port-au-Prince. Cualesquiera que sean las razones, los haitianos viven en un estado de sitio medieval.
Terminaremos trayendo a los muertos a la mesa si no pasa nada en los próximos días. ¿Están el gobierno y sus aliados por lo tanto tomando la calle, si, como dice el ministro, todo está bajo control en general? ¿Deja el gobierno que las pandillas encuentren la solución, si todo está globalmente bajo control? El Primer Ministro debe hablar de nuevo. Le debe una explicación a la nación.
Debe explicar lo que sigue haciendo al frente del Estado, si en general todo está bajo control mientras nada va bien para los haitianos y las haitianas.