Aislamiento, angustia psicológico, desesperación de las familias y un “desamparo inaceptable”. Todo eso y mucho más se vivió en las residencias de ancianos de España en el momento álgido de la pandemia, mientras miles de personas fallecían entre sus muros.
Médicos sin Fronteras (MSF) pasa revista, en un informe con testimonios demoledores, a las carencias que hicieron de estas instituciones el epicentro de la mortalidad por coronavirus en España. En euronews hemos hablado con Ximena Di Lollo, coordinadora de MSF durante la pandemia de la atención a mayores en residencias.
“Uno de los factores determinantes fue que (las residencias de mayores) no están dentro del sistema de salud con lo cual, con la llegada de la epidemia se produjo una situación muy grave de falta de calidad de atención frente a una situación que nadie esperaba”, afirma.
Personal desamparado, sin medios y sin tener a donde derivar a los enfermos
Médicos sin Fronteras denuncia la falta de planes de contingencia y el hecho de que no se priorizaran las residencias de ancianos, donde personal sin formación adaptada, sin recursos, e insuficiente para hacer frente a la crisis se encontró desemparado ante la multiplicación de enfermos y sin tener a donde derivar a sus ancianos en estado más grave.
“Recordemos que es personal que no tiene capacitación médica, que no tenía que saber cómo responder y además que cuando llamaban para hacer las referencias hospitalarias en pacientes en situaciones graves, en situaciones muy críticas, no tenían respuesta en cuanto a las referencias a hospital o otro sistema de salud”, explica Di Lollo.
“Llevaban diez días durmiendo en el suelo”
Ximena relata uno de las situación más duras que se encontró en una de estas residencias.
“La primera vez que fuimos, nos encontramos este desconcierto del que te hablaba. Mucha angustia. Un equipo que hacía diez días que estaba, inclusive médicos, auxili ares de enfermería, el personal de limpieza, durmiendo en el suelo para poder atender a los residentes (…) Familiares que no paraban de llamar preguntando dónde estaban sus familiares y después estados muy graves de los pacientes, deshidratación, dificultad respiratoria muy seria (…) y esto sí que fue fuerte, porque estos pacientes que estaban tan graves, incluso inconscientes, cuando escuchaban la voz de sus seres queridos, reaccionaban, disminuían la frecuencia respiratoria, se tranquilizaban e incluso algunos abrían los ojos“.
MSF reclama medidas urgentes para que la tragedia no se repita
Médicos sin Fronteras cifra en más de 27.300 las personas mayores fallecidas en residencias, lo que representa alrededor del 69 % del total de fallecimiento por covid en España. La organización reclama medidas urgentes para que esto no se repita.
“Necesitamos planes de contingencia claros, responsabilidades claras y coordinación. El éxito o no de la respuesta a una segunda ola si llegara es una coordinación eficiente entre todas las autoridades y los diferentes niveles de gestión de las residencias de mayores”.
“¿Qué hemos hecho para que esto no sucediera”, el trauma psicológico de nuestra generación
“Y por último, un tema del que se habla menos, pero del que se hablará en los próximos meses, y que es el impacto en salud mental que esto ha tenido. No solo en estas personas que han muerto solas, aterrorizadas, sin entender nada, porque no había capacidad tampoco para explicarles, pero también en nuestra generación, que vamos a quedarnos pensando en qué no hemos hecho para que esto sucediera. Haber perdido padres, abuelos, tíos, sin decir adiós, y en un personal muy agotado y culpabilizado en algunos casos que sigue al cuidado de los residentes mayores”.