Cuba quedó a las puertas de otra coronación caribeña en Panamá.
En un partido maratónico, Cuba contó el sábado con el bateo oportuno de Alfredo Despaigne y la falta de reacción del rival, para vencer a Venezuela 3-0 y avanzar por el Grupo A a la final de la Serie del Caribe de béisbol, a disputarse el domingo.
Enseguida, se medían Panamá y Puerto Rico en un duelo de la llave B en que de ganar el anfitrión pasará a la disputa del título.
Cuba, Venezuela y México terminaron con marca de 2-2, pero el equipo cubano Leñeros de Las Tunas finalizó con mejor promedio de carreras.
Venezuela, con los Cardenales de Lara, se va a casa sin el título con el que querían dar un momento de alegría a la afición venezolana que llegó a respaldar en masa y entusiasta al estadio Rod Carew. El Lara _cuya ciudad Barquisimeto había perdido la sede de la serie por la crisis política venezolana_ siguió sin alcanzar un título caribeño.
Cuba, por su parte, accedió a otra final del torneo en Panamá, un escenario que le asienta a los cubanos, que salieron campeones las tres veces que este país albergó la serie. Leones del Habana se coronaron aquí en 1953 y Elefantes de Cienfuegos, en 1956 y 1960.
Venezuela pagó caro su falta de bateo oportuno a lo largo del partido y que quedó en evidencia desde el mismo primer capítulo, en que llenó las bases sin outs, pero no anotó ninguna carrera.
Cuba fabricó sus dos primeras en la baja del tercero. Con dos afuera, Despaigne impulsó a Yuniesky Larduet con imparable y el propio cuarto bate marcó la segunda, gracias a un descontrol del abridor Raúl Rivero y de su relevo en ese episodio Alexis Rivero, que otorgaron tres bases por bolas seguidas. Larduet marcó la otra carrera en la sexta, también con dos outs. Se fue en robo desde segunda a la tercera y el receptor Juan Apodaca tiró mal a la antesala.
El partido se detuvo en la baja del quinto, cuando un foul del cubano Yordanis Samón pegó en la máscara del árbitro Domingo Polanco, que debió ser sustituido. Luego Samón sacó línea que dio en el tobillo de Ricardo Gómez _el cuarto lanzador que utilizaba a esas alturas Venezuela_ que también se fue lesionado.
En tanto, la afición venezolana, con tambores y cornetas, volvió a corear en las tribunas “Guaidó, Guaidó, Guaidó”, en alusión al líder opositor venezolano Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino hace dos semanas en la convulsionada nación sudamericana.
Lázaro Blanco (2-0), quien cubrió cinco episodios sin permitir carreras y fue respaldado por cuatro relevistas, se acreditó el triunfo. Segundo juego salvado para Raidel Martínez en la serie. Raúl Rivero (0-1) lo perdió. Despaigne se fue de 4-1, con una producida y una anotada. Ambos equipos conectaron ocho imparables.